Bienestar

Motivos Personales

motivos-personales-nTodos tenemos una agenda personal, si bien podemos desempeñar varias tareas, algunas nobles y otras no tanto, por lo general actuamos de determinada manera para satisfacer nuestros propios deseos, expectativas, metas y demás.

Es decir, no creo que nadie haga algo por nada o por nadie, de alguna u otra manera buscamos un premio, recompensa o reconocimiento independientemente de la actividad que realicemos o del bien que podamos causar a los demás.

En sí, el tener una agenda personal no me parece que sea una postura egoísta, sin embargo el problema viene cuando nuestros motivos personales se ven afectados por otras personas o circunstancias, lo que resulta muy desagradable y por supuesto provoca que nos enojemos porque las cosas no salen como esperamos. Aunque todos tengamos esos motivos personales, un asunto tan normal de la naturaleza humana, hay una línea muy delgada que divide estos del egoísmo. Es decir, cuando se cruza esta línea, muchas veces sin darnos cuenta el sufrimiento no se hace esperar, se pierde aceptación y comienzan pensamientos obsesivos de autoconmiseración. Independientemente de que nos veamos favorecidos por las circunstancias o no, es la capacidad de adaptación lo que nos puede salvar de sufrimientos estériles cuando las cosas no salen de acuerdo a como esperamos. El proceso de adaptación debe ser directamente proporcional a los cambios que vengan causados por cuestiones que no están en nuestras manos.

Mientras más nos tardemos en aceptar las cosas como son, más aumentará el sufrimiento y de cualquier modo las cosas no cambiarán.

Una buena manera para evitar la angustia es la meditación, darnos un espacio en cualquier momento del día para detenernos a reflexionar. En lo personal, siempre me ha parecido un tanto difícil comenzar un proceso de meditación, dado que precisamente son un millón de pensamientos los que están asaltando tanto mi mente como mis emociones. Descubrí una muy buena manera de comenzar, cerrar los ojos y concentrarme en mi respiración, esto permite estar en el momento presente e identificar las sensaciones físicas y emocionales que se experimenten en el instante. En ese momento podremos percibir que probablemente nos estemos adelantando al tiempo, y que es precisamente eso lo que nos provoca la angustia y no tanto los cambios que puedan venir.

Escrito por: Regina Kuri

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