Es muy común encontrar casos de personas que consumen drogas con la excusa de tener algún trastorno como la depresión o ansiedad excesiva.
Digo excusa porque muchas veces no hay todavía un trastorno diagnosticado y algunas personas que se sienten tristes o cansadas o por el contrario tienen periodos de ansiedad no grave y buscan automedicarse con medicamentos que pueden generar adicción. Desde luego puede ser que efectivamente tengan un trastorno, pero me parece riesgoso que sin un diagnóstico hecho por un especialista se comience a usar ciertos medicamentos.
Lo que es cierto es que el día de hoy llegan más personas por tratamiento de adicciones junto con algún trastorno mental. La comorbilidad se refiere a dos trastornos distintos en una misma persona, pueden ocurrir al mismo tiempo o bien uno ser consecuencia del otro. Es difícil saber qué ocurrió primero, sin embargo el hecho de consumir drogas en exceso puede aumentar considerablemente el riesgo de desarrollar otro tipo de trastornos mentales. Del mismo modo el que se automedica pensando que tiene depresión sin tenerla, se la puede estar provocando con el consumo de los antidepresivos. La “automedicación” no sólo se da con pastillas o métodos que se encuentran en la farmacia, muchos asocian el alcohol como “sustancia” antidepresiva cuando en realidad lo que hace el alcohol es deprimir el sistema nervioso central, aunque al inicio del efecto desinhibe a la persona y puede provocar euforia. Cuando la euforia pasa aparece de nuevo el malestar emocional.
La adicción a las drogas provoca cambios en el cerebro, interrumpe los procesos de percepción de las necesidades normales intercambiándolos por la necesidad de consumir la droga de preferencia u otras. Disminuye la capacidad del control de impulsos tal y como puede pasar también con otro tipo de enfermedades mentales.
Existen muchos factores que pueden ser disparadores de trastornos mentales, como por ejemplo, el abuso físico, sexual o psicológico, consumir drogas en edades tempranas o el exceso en edades adultas, predisposición genética, demasiado estrés, entre otros.
Cuando existe comorbilidad de adicción y otro trastorno mental es necesario dar tratamiento a los dos por separado. La adicción no es curable pero se puede controlar y para otros trastornos hoy en día ya existen medicamentos permiten llevar una vida normal y que no causan adicción. Además en muchos casos estos tratamientos médicos si son acompañados por una terapia psicológica aumentan considerablemente su efectividad.
Si se tiene sospecha de sufrir algún trastorno como depresión, insomnio, angustias ocasionales etcétera, es muy importante acudir con un especialista que pueda hacer un diagnóstico certero y recomiende un buen tratamiento en caso que se requiera, y no preguntarle a cualquiera o recurrir a la automedicación.
Escrito por: Regina Kuri
