Dicen en tono de broma que la principal causa de divorcio es el matrimonio. Cuando estamos en el noviazgo. Nos esforzamos por mostrar nuestra mejor cara y disfrutar cada momento al lado de nuestra persona amada. Pero con el matrimonio nos damos cuenta que no solo de amor se vive. Conforme pasa el tiempo y la costumbre se instala, es común que se pierda el romanticismo y dejemos de pasar tiempo con nuestra pareja. Las ocupaciones, el trabajo y los hijos absorben nuestro tiempo. De pronto nos damos cuenta de que la relación ha cambiado y es necesario renovarla.
Los expertos señalan que encontrar tiempo para pasar a solas con tu pareja es clave para tener un matrimonio duradero. Es necesario recobrar un poco de aquella chispa que hizo que se enamoraran. Es cierto que habrá preocupaciones por los hijos, económicas e incluso problemas de convivencia. Pero más allá de esas dificultades, hacerse un tiempo para volver a esa faceta romántica es clave para mantener un matrimonio sano y duradero.
No es necesario que esperes a tu aniversario. No tiene que ser una fecha especial. Pueden elegir una fecha que se ajuste a sus horarios para tener una cita. Una vez al mes –o con la frecuencia que ustedes prefieran– pueden dejar a los niños con algún familiar o contratar una niñera. Salgan y olvídense por un rato de cuentas, facturas o listas de súper. Ni siquiera es necesario hacer grandes gastos, quizá no tengan que salir de casa; manden a los niños a otro lado o hagan que se duerman temprano, pueden tener una cita romántica en la sala o quizá un picnic en el jardín. Hay muchas posibilidades, todo depende de la creatividad.
Es fácil caer en la monotonía y el aburrimiento. El matrimonio requiere esfuerzo, pero con la disposición de ambos es posible mantener la frescura. La comunicación es fundamental. No sólo se trata de hablar sobre los problemas o dificultades del momento; hablar de todo, de sus intereses, sus deseos, sus gustos. Tal como en la primera cita. Redescubrir a la persona que tenemos a nuestro lado le dará solidez a la relación.
Escrito por: Elena Pedrozo
