El flechazo altera profundamente nuestro estado de ánimo y nos hace flotar en una especie de bienestar propia del enamoramiento, pero ¿se le puede llamar “amor a primera vista”? ¿Existe realmente?
El flechazo es un impulso pasional, una fuerte sensación que nos invade de forma inesperada y nos hace ver a la otra persona como nuestra media naranja.
Por lo general se tardan años en encontrar a la persona ideal; sin embargo, a veces se despierta este tipo de sensación romántica en apenas pocos segundos. El pulso se acelera, sube la presión arterial y aumenta la sudoración; en ese momento hay hasta doce áreas diferentes del cerebro trabajando para producir este efecto. La primera mirada es clave para que surja el flechazo; el contacto visual es uno de los signos más característicos de esta sensación y es la seña que nos hace saber si la percepción es recíproca.
Este estado de enamoramiento consiste en una primera sensación que tiene mucha más importancia de lo que muchas veces se cree. Si se tiene una buena primera impresión de la otra persona, serán mayores las posibilidades de que la pareja quiera conocerse mejor y la relación avance y se formalice. Y ésta es la única manera de que la chispa se convierta realmente en amor.
Pero para que este entusiasmo inicial se transforme en una relación seria hay que ser consciente de que el llamado “amor a primera vista” es sólo una ilusión. Antes de idealizar a esa persona con la que únicamente cruzaste la mirada debes reflexionar sobre lo que estás buscando en ella y decidir si realmente te interesa iniciar una relación. Es entonces cuando te encuentras preparada para conocer a esa persona y dar el siguiente paso. En cualquier caso, el amor necesita tiempo y dedicación para hacerse realidad.
