La crisis está obligando a mucha gente a compartir departamento para poder pagar el alquiler o el recibo de la hipoteca al final de mes.
El hecho de tener que disfrutar de menos metros cuadrados y de compartir casa con un desconocido, al menos, al principio, no tiene que ser excusa para no disfrutar de un ambiente lo más acogedor posible.
Este tipo de convivencia, en muchas ocasiones, supone algunos contratiempos, sobre todo en lo que se refiere a posibilidades económicas y espacio. Una vez hayas comprado el piso o alquilado, es hora de acondicionarlo a tus necesidades y decorarlo.
En principio ésta será una etapa más en tu vida, algo temporal, por lo que en la decoración de tu nuevo hogar compartido tampoco tienes que preocuparte mucho por los detalles, vete a lo práctico. Tu habitación procura que sea lo más funcional posible, puedes enfocarla como lugar de trabajo o para reunirte con tus amigos. Busca un buen sofá cama y no te olvides de contar con cajones en la mesa de trabajo.
En cuanto a la cocina, si su espacio te lo permite, puedes colocar una mesa con sillas y aprovecharla como comedor, sala de juegos o de reuniones y así convertir el salón en una habitación más.
Busca siempre muebles que puedan cumplir varias funciones, de esta forma tendrás que gastarte menos dinero en amueblar el piso. Como ejemplos valen los socorridos pufs, que ocupan poco sitio y son fáciles de transportar de una habitación a otra; los baúles, habitualmente utilizados para guardar cosas pero que en un momento dado pueden convertirse en mesa o asiento; los sofacama.
Algo vital para mantener un ambiente agradable en cualquier piso o vivienda, es el orden y la limpieza. Puedes aprovechar cualquier lugar libre en las paredes para colocar una estantería donde recoger sin mucho esfuerzo todos tus objetos personales.
