Tener un jacuzzi o una bañera de hidromasajes en casa, no es algo de lo que podamos disponer todos. No solamente por el precio y los gastos de instalación, sino por el espacio, el mantenimiento, el agua y varios elementos y requisitos en los que debemos pensar, si nos vamos a dar este placer.
El jacuzzi es un placer, algo que no es necesario, y que necesita atención y tiempo para poder disfrutarlo. Puede tener diferentes diseños y calidades. Los hay de diferentes tamaños y formas, redondos, cuadrados en esquina. Para dos personas, para seis, para ocho, depende de la idea de disfrutarlo y las personas que lo van a disfrutar.
Su construcción suele ser en plástico de alta resina, pueden estar terminados en madera en la zona superior, es importante tener en cuenta la calidad del componente. El precio de este capricho dependerá mucho de esa calidad de alta resina, y de la cantidad de salidas de agua o aspersores tenga, así como de la variedad de formatos de estos aspersores, pues los hay de chorro continuo, fuerte, con varias velocidades.
El mantenimiento es vital, en principio, no parece importante, pero si lo es, el agua necesita químicos que la mantenga perfecta, con su nivel de PH exacto, cobertores para cuando no se use, es importante mantener todo el área aireada para que no se acumule humedad y dañe paredes y suelo.
¿Dónde instalarlo? Es importante pensarlo muy bien. Claro, el espacio es imprescindible, es un elemento que necesita dimensiones y aire. El calor del agua produce condensaciones y moho, el lugar tiene que ser aireado, ventilado, incluso que se puedan abrir o desmontar en verano las ventanas.
Normalmente, se piensa en el baño, pero en una casa ya construida es difícil disponer de espacio en un aseo por grande que sea. No es un lujo para apartamentos o pisos pequeños a no ser que sea una vivienda diseñada y pensada para soportar ese increíble peso que acumula los litros de agua que se mantienen siempre en el jacuzzi. Lo normal es que estemos hablando de una casa con piso inferior, una primera planta con habitaciones, y un sótano o planta baja donde suele estar la zona de limpieza.
En la planta alta sería con esa condición de haber construido la casa pensando en el peso del jacuzzi y contando con un gran baño. En el sótano no es recomendable por la falta de aire y ventilación, también la comodidad, no es tan confortable como en la habitación. Lo ideal y más común es reforzar una parte externa de la habitación en la planta superior y colocar cristaleras que se puedan desmontar. Eso le daría una amplitud considerable al cuarto, mucha luz, toda la ventilación posible y la posibilidad de estar al aire libre en verano.
El jacuzzi es un elemento de relax, de lujo y de placer, no tan difícil de tener, pero que nos puede dar mucho tiempo de descanso y de tranquilidad. Cada día más parejas buscan habitación con jacuzzi en sus viajes, y las ofertas no faltan. Para lo que tienen ese nivel adquisitivo y les guste los masajes húmedos, nada mejor para disfrutar en pareja de un jacuzzi.
