Bienestar

¿Urban cougar o Women in Freedom?

mujerlibre¿Urbanas panteras o mujeres en libertad?

Escrito por: Chuchi Gonzalez

Hace unos pocos días, recibí un mensaje de texto de una amiga que decía “Ya sé el nombre chic de las asalta cunas, es cougars” (Claro que lo decía por mis elecciones), significa “puma”, en el momento me pareció gracioso, pero luego empecé a reflexionar; ¿Cougars? ¿Por qué ponerles una etiqueta a las mujeres que siente atracción por hombres más jóvenes?

Me acordé de mi querido amigo pelón y panzón de la ciudad de Buenos Aires, al que siempre le revolotean mujeres jóvenes, y me dije ¿Por qué no le habrán puesto etiqueta?
Cougar significa literalmente “puma” y apunta a las mujeres maduras, atractivas, cultas, económicamente independientes y sexualmente activas, que tienen como preferencia el ligar con hombres más jóvenes. El ícono de este grupo es el personaje de la serie Sex and the City, Samantha Jones (típica urbancougar, es decir puma urbano, fémina que acecha los antros para buscar a su presa y despedazarlos sin involucrarse afectivamente)
Seguí pensando, ¿cómo es posible que aún en el siglo XXI la sociedad haga estas diferencias? ¿No es repugnante catalogar la forma de amar de las mujeres, tan sólo porque no coinciden con los mandatos sociales?
Tal vez para Demi Moore, o Madonna, que se les inscriba un “estigma” como caza hombres puede resultar hasta chistoso y en beneficio económico a través de las publicidades, o demandas ¿pero una mujer común que se enamora de alguien menor? ¿Qué explicaciones se dará a sí misma cuando los dedos acusadores la persiguen?
Más allá del sexo y del no compromiso, lo cierto es que cada día más mujeres treincuarentonas se enamoran de hombres más chicos, y los precios emocionales que pagan por arriesgarse son altos. Desde los desplantes verbales “vieja verde”, “asalta cunas”,” la solterona buscona”, hasta las miradas censuradoras, los murmullos a espaldas, y la risas pecaminosas (las que imaginan lo que sucede en la intimidad).
Yo fui en su momento víctima de esta discriminación, cuando hace años atrás, caminando  por la calle de la mano de mi novio, en Argentina, alguien de un auto gritó “Viniste a buscar a tu hijo a la salida de la disco (léase antro).
Algunos psicólogos dicen que esta atracción se da porque la mujer busca vitalidad, un compañero sin dramas existenciales, sin ex esposas, sin cuotas de alimentos que pagar, mayor actividad sexual, diversión, frescura, romance, tiempo para el disfrute de la pareja y que el hombre las prefiere maduras, porque se ha cansado del  berrinche, la inseguridad, la inestabilidad emocional, busca experiencias de vida, el poder compartir sin temor a ser juzgado, ser escuchado, libertad en el terreno amatorio, y admiración. Tal vez son demasiadas explicaciones de ¿por qué nos enamoramos de tal o cuál edad cronológica?, ¡muchas preguntas para hacer al amor!
En mi haber amoroso, abundan los “niños” (sentido mexicano) y ciertamente ninguno de ellos me proveía de la fuente de la juventud!, por el contrario, eran los típicosYo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha “jóvenes viejos”, por mi sistema de creencias y expectativas de futuro me enamorarme de ellos; busqué relacionarme con hombres que aún no habían caducado su inocencia, ternura, plasticidad neuronal, y también “lo reconozco” aquellos que aún no estaban en período de comprometerse a una relación “institucional”. Por supuesto que luego de un tiempo, lo mismo que adoraba me terminó aburriendo, ¡pero es tema para otro artículo!
Hoy el matrimonio ha dejado de ser la única posibilidad de encuentro, hay infinidad de tipos de relaciones de pareja y este acrecentamiento del horizonte amoroso, es el que ha llevado a las mujeres a escoger con quién quiere estar en lugar de con quién debería estar. ¿Estaremos en los inicios del SER en lugar del Deber Ser?
La época en que el hombre era una garantía de satisfacción (como un electrodoméstico) se terminó. Nunca fue real, aunque muchas madres así lo percibieron y muchas hijas lo creímos.
Recuerden… ¡Ese muchacho no te conviene! ¿Para qué? ¿Para ir de compras? ¿Para vivir juntos? ¿Para leer un cuento?  Y ¿cuántas veces cubrir los requisitos era un imposible? ¿Cuántas veces los cubrimos y aún así no era lo esperado?
El punto más interesante de las expectativas en las relaciones es “poner mi futuro y todo lo que no soy” en manos del otro, “a ver qué puede hacer por mí” y ese es un gran error, nadie puede procurarnos lo que nosotros no podemos por nosotros mismos.
Hoy las mujeres podemos tener la libertad de escoger para nuestras vidas a los “sapos” que queramos, incluso, me han dicho por ahí que el Príncipe Azul, ya está out!!
Las mujeres hemos ganado muchas batallas, independencia económica, libertad sexual, acceso a cargos jerárquicos, hemos aprendido que ciertas creencias limitantes como “la culpa” y “ la inseguridad” nos alejan de los resultados que queremos para nuestras vidas, aprendimos a desarrollar nuestro interior y a escucharnos, a cuidar de nuestro cuerpo, a relacionarnos con nuestros sueños, hobbies y amistades. Pero sobre todo, escalón por escalón, comenzamos a desprendernos de la idea de ser un complemento del OTRO, a vernos como una unidad, y que nuestra pareja es alguien que camina a nuestro lado.
Cuánto más independientes seamos a nivel emocional, mayores serán las posibilidades de elección en cualquier terreno. ¡No estaremos rezando para encontrar a alguien que nos salve!
De regreso al título, tú en qué lugar eliges estar ¿urban-cougar o women in freedom? Yo elijo ser una mujer en libertad con la capacidad de amar de corazón a corazón a ese hombre que Cupido me dirija con su flecha. Sentir en mi cuerpo y alma, la libertad de andar este camino tan maravilloso y a veces doloroso que es la vida con quién YO ELIJA!
Y que ese al que elija, sin importar su edad, sea mi compañero de viaje y crezcamos como personas juntos, paso a paso, cruzando los dedos para que en la próxima estación no se baje primero, y si lo hace, que me queden en la cámara de mis recuerdos, alguna que otra foto para suspirar en las noches de bohemia, mi soledad y yo.

Escrito por: Chuchi Gonzalez
Coach Ontológico Motivacional, Escritora

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