Bienestar

Deja de estarte peleando con la vida

peleavidaEscrito por: Yvonne Armand

Este es el pensamiento que acaba de surgir en mi mente, luego de varias semanas de desconciertos y de dudas acerca de mi estar en esta vida.
¿Hacia dónde voy?, ¿lo que estoy haciendo está bien?, ¿podría estar haciendo más?, ¿debería sentirme bien?, ¿qué no fue ya suficiente sufrimiento?, ¿cuál es mi verdadera misión?, ¿cómo es que mis alumnas me hacen caso si yo misma no sé ni por donde?.

Después de trece años me pregunto si este camino que escogí es bueno para mi, ¿soy buena en esto?, de pronto volteo y miro a mis gentes cercanas, no les importa, ¿a mi me importa?
Veo tanto dolor alrededor y no soy capaz de transmitirles la calma interior que te da vivir en la cultura del amor y no en la del miedo. Y me lleno de miedo y de impotencia por no poder hacer nada.
Y estoy paralizada, continuando cual robot las actividades de la vida diaria.
Y me obligo a seguir leyendo, no quiero porque sé que ahí hay respuestas para mi corazón, no para mi ego.
El ego me pide seguir en esta postura de victima que sufre, de ser separado de Dios…
(Lo escribo y lloro porque al escribirlo sé que es una tontería, Dios está en mí…)
El ego me pide seguir en la postura de ser la mejor en lo que hago, de ser la salvadora de todos los demás, de los que no han encontrado la luz, de que todos me vean y me reconozcan…
El ego me pide que siga “luchando” en esta vida que según decían mis antepasados “es muy dura”…
El ego me pide que me apene, que no estoy capacitada, que soy un poco tonta, que yo no puedo, que lo bueno es efímero, es una ilusión…
El ego me pide darme cuenta que todos a mi alrededor me quieren hacer daño, que en realidad tienen envidia, que en realidad hay intenciones secretas atrás de susLa vida en realidad es un misterio así que solamente hay que vivirlo, sentirlo acciones, que hay engaño, que nadie hace las cosas sólo porque sí (siempre hay una segunda intención)…
El ego me pide seguir juzgando, seguir criticando, seguir opinando acerca de todo y de todos…
Alcanzo a oír una vocecita muy apagada que se oye allá a lo lejos. Tengo que guardar silencio para alcanzar a entender lo que dice, ¿qué?, ¿no entiendo?, ¿qué dices?
¿Que me deje llevar?, ¿que solamente sienta y no piense?, ¿que no juzgue?, ¿que me calle?, ¿que lea?...
Y entonces abro el libro, el de turno, el que se me apareció, así como se me han aparecido otros tantos cada que busco respuestas, como otros que me han guiado a este camino.
Es un libro de Osho, el gran meditador, y leo cosas que no logro entender, estoy leyendo con la razón, no puedo leer con el corazón porque entonces pongo en peligro a mi “estabilidad emocional”…
Pero no puedo más las palabras se deslizan por un pequeño resquebrajamiento que tengo en el corazón y las palabras hacen sentido y me desbordo, lloro y me enojo y reniego y culpo y me culpo, una explosión de emociones. Yo ya sabía, las sentía hervir en el pecho, estaban ahí atrapadas desde hace tiempo, es sólo que el miedo es mucho.
¿Y si se salen de control?, ¿y si alguien me ve?, ¿y si se enteran que soy frágil?, ¿y si se asustan?, ¿y si no puedo contenerlas?, ¿y si estoy sola?, ¿y si estoy acompañada?, ¿qué dirán de mi?, ¿si piensan que estoy loca?, ¿y si me quieren consolar y convencerme de que no pasa nada, que todo está bien?
-Ya, ya cálmate, todo está bien, no llores (¿qué no ves que me asustas y no sé qué hacer con lo que yo mismo siento)-
Y las palabras entraron al corazón y ahí se quedaron por varios días hasta que mandaron este mensaje: “deja de estarte peleando con la vida.”
Te comparto esas palabras:
Los filósofos piensan que la vida es un problema y por eso se han pasado varios siglos tratando de resolverlo, cuando la vida en realidad es un misterio así que solamente hay que vivirlo, sentirlo.

Escrito por: Yvonne Armand
Orientadora Familiar; Promotora de Desarrollo Humano

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