Amigas

Amistad


Escrito por: Evangelina Jiménez

Es una palabra usada en exceso y de forma incorrecta, recuerdo que en mi infancia me llevaban a parques de juegos mecánicos que terminaban siendo todo un Reino de la Aventura, hoy simplemente son Seis Banderas, y cuando me subía a uno de los tantos juegos mecánicos, el personaje que estaba encargado de asignar los lugares y cerrar los seguros me decía “por acá amiga” y siempre pensé ¿Amiga?, ni te conozco.

O el clásico vendedor de playa que además del “güerita”, que por cierto tampoco me queda, usaba el “amiga, te lo dejo barato”, ante ese uso indebido de la palabra también me preguntaba lo mismo. No usen el término con un desconocido, por favor, digo, como mera observación, porque debemos darle la dirección que tiene y sobre todo el valor que merece.
La Amistad es una parte fundamental en mi vida, a lo largo de la cual he tenido la suerte de conocer y empatar con personas tan diferentes a mí y con otras tan parecidas que logran que lo mejor de mi misma permanezca en la superficie y penetre en lo más profundo de mi alma, es un gran conjunto de sentimientos, una mezcolanza de vivencias que descansan en preciosas anécdotas.
El amigo no es solamente aquel que te escucha o que te saca de un problema o con el que chocas la copa para brindar por un desamor o celebrar un triunfo. El AmigoEl Amigo es el que no eres en un mundo paralelo al tuyo, por eso festejas sus éxitos, te alegras de sus victorias y se te parte el corazón a la par que el de él cuando se lo rompen es tu “yo” en otra dimensión. Es el que no eres en un mundo paralelo al tuyo, por eso festejas sus éxitos, te alegras de sus victorias y se te parte el corazón a la par que el de él cuando se lo rompen.

La palabra amistad va más allá del latín “amicus” (amigo) que deriva de “amore”, es decir, amor. Es verte a un espejo, terminar las frases mutuamente, saber que cuando se enoja no hay poder humano que lo contente, conocer su chiste favorito, o que odia el aguacate. Esas pequeñeces forman la amistad, las llamadas de madrugada, las risas sin control, tardes de llantos y noches de alcohol.

A los que me permiten entrar a ese pequeño mundo interno que cada uno tenemos y cuidamos con tanto ahínco, hoy les doy las gracias. Gracias por compartir mis triunfos, sentir como suyas mis alegrías, llorar mis penas y ponerse mi piel para enfrentar problemas. Gracias por compartir un cigarro, por llamarme para decirme una tontería, simplemente por estar.

Mis amigos, mis hermanos, mis cómplices, son parte fundamental de mi vida, no lo olviden jamás, pasarán los años y serán los que recuerden como fui, lo que soy y lo que nunca seré. Y de aquellos de los que estoy alejada solamente me queda el recordarles lo que algún día fuimos juntos ¡excelentes momentos!, aún los recuerdo con bastante lucidez.

Éste artículo se los dedico a ustedes ¡AMIGOS!, que perfectamente saben quienes son.
Escrito por: Evangelina Jiménez

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*