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Bebé en casa, ¡listo para conocer a la mascota!


Los animales de compañía son seres con cargas afectivas muy fuertes, pues los perros y gatos se encariñan con todo aquel que lo consienta y lo atienda. Incluso tienen la capacidad de reconocer los sentimientos de sus dueños: Seguramente te ha pasado que cuando estás enfermo y en cama, tu animalito de compañía se acuesta a tu lado y se queda mucho tiempo contigo.

Lamentablemente en México, muchas familias se deshacen de sus perros o gatos (sin importar cuánto tiempo estuvieron con ellos o cuánto lo quisieron) cuando un bebé humano viene en camino. Los pretextos son muchos: ¿Y si mi animal le contagia alguna enfermedad al bebé? ¿Y si un día lo araña o lo muerde? ¿Y si no lo deja dormir? Podemos nombrar un sin fin de excusas, que lamentablemente por ignorancia y falta de compromiso afectan al que no tiene voz, el que no puede defenderse ni opinar: el animal de compañía.

¿Cómo ser con nuestro animal de compañía a la llegada de un bebé?

  • Es importante que nuestro animal de compañía olfatee el futuro cuarto del bebé para que se vaya preparando a las nuevas sensaciones, olores y ruidos que habrá en él como ruidos de sonajas, llantos, risas y más.
  • Recuerda siempre asociar experiencias agradables con la presencia del bebé, como por ejemplo después de jugar con el niño, también invierta unos cuantos minutos para jugar con el perro.
  • No aísles a tu mascota del bebé, los animales son curiosos y recordemos que SON PARTE DE LA FAMILIA. Los perros, especialmente, necesitan conocer a los miembros de su manada.
¿Qué beneficios existen cuando un perro o gato convive con un niño?
  • Ayudan a los niños a ser más solidarios y compasivos, pues estimula su afectividad.
  • Sitúa a los niños en actos de responsabilidad JUNTO A SUS PADRES: Pasear diariamente al perrito, recoger su excremento, alimentar y jugar con la mascota son rutinas que ayudarán a nuestro niño pequeño a disfrutar de las obligaciones.
  • El convivir con un animal, incitará al niño a cuidar su higiene. Recuerda animarlo a lavarse las manos después de jugar con su mascota.

Finalmente, No cometas el error de alejar al bebé de tu perro o gato, permite con precaución que lo huela; si alejas al niño, la mascota pensará que es una amenaza. Si observas comportamientos agresivos en tu animal de compañía, corrígelos de inmediato (sin violencia, ni gritos, recuerda el lenguaje corporal). Si es necesario recurre a la ayuda de un etólogo.

No olvides pasar tiempo de calidad con tu mascota: paseos, premios, y una sesión de caricias para que sean una manada feliz y totalmente integrada como familia.

  Escrito por: Elena Díaz Carmona 

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