Aquí no te digo nada que no sepamos, pero que parece necesario recordarlo: cuando juzgamos a los demás o chismeamos, es como meternos el pie a nosotros mismos.
Existe el mundo invisible que corresponde al 90% y el mundo visible que corresponde al 10%. Cuando hablamos, pensamos o actuamos, estamos creando en el mundo invisible, en ese mundo invisible existe luz y obscuridad.
Dice Gurunam: cuando chismeas atraes la obscuridad del otro y le pasas tu luz espiritual (Segulah), esto obviamente pasa en el mundo invisible, es por eso que no vemos lo que estamos provocando cuando hablamos mal de alguien o estamos en un círculo de personas en el que se está hablando mal de alguien; es por esto que no hay que participar en un chisme ni escucharlo.
Vivimos en un mundo en el que la comunicación nos ha llegado hasta abrumar, participamos de todos los chismes del mundo, sin siquiera darnos cuenta, que si fulano hizo que si fulano dejó de hacer.
Muchas veces comentamos las noticias que escuchamos como verdades absolutas y sin conciencia las transmitimos a otros, a veces simplemente por tener algo de qué platicar.
Juzgar puede ser ya un patrón de tu mente y como todos los patrones mentales se puede romper, cambiando el modo de respirar. FRÉNATE: Antes de juzgar a alguien o de participar en un chisme.
Sugerencia semanal. Lee con atención y visualiza el ejercicio hasta el final.
Esta semana inicia con atención a tus primeros pensamientos, cáchate cuando haya un juicio hacia ti o hacia los demás. Cada vez que veas que vas a empezar a juzgar, inmediatamente exhala, como si con la exhalación estuvieras arrojando el juicio.
Exhala profundamente, saca todo el aire, jalando el ombligo hacia atrás y conforme vas sacando el aire, visualiza y siente cómo estás expulsando el juicio. Después, inhala aire nuevo, profundamente, llenando de abajo hacia arriba tus pulmones de manera suave y relajada, dos o tres veces. Y obsérvate como te sientes.
“Hay dos maneras de difundir la luz, ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja” Lin Yutang.
Bendiciones, amor y paz
Escrito por: Luz Leticia Girón
