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Ventajas y desventajas de la soledad

ventajas-y-desventajas-de-la-soledadAunque algunas personas sean muy autónomas e independientes necesitan, de una u otra forma, calidad en sus relaciones sociales para gozar de un estado de ánimo sano.

El bienestar general de una persona depende en gran medida de la calidad de sus vínculos con los demás. La soledad es un factor perjudicial para la salud social, que provoca consecuencias negativas en la psicológica, como la tristeza.

Si los sentimientos de tristeza provocados por la soledad se mantienen durante algún tiempo pueden aparecer síntomas de tipo depresivo. Las familias son cada vez menos numerosas, existe mayor movilidad laboral y las poblaciones son cada vez más grandes. Con este contexto es fácil que las personas se sientan anónimas y les resulte más difícil sentirse parte de un grupo cohesionado que sirva de soporte para afianzar una salud social satisfactoria.

Actualmente, en nuestra sociedad actual, los vínculos personales se han debilitado, lo cual desemboca en un sentimiento de soledad, sutil pero constante, para algunas personas que, aunque compartan tiempo con los demás, pueden sentirse solas por no tener mucha confianza en sus relaciones.

Sentirse bien en soledad

El sentimiento de soledad no siempre es dañino. Cuando una persona decide disponer de tiempo para sí se trata de alguien que goza de estar sin la compañía de los demás durante un tiempo limitado. En este caso se trata de una soledad buscada que nada tiene que ver con sentimientos de tristeza, sino que puede ser muy gratificante porque fomenta el bienestar emocional.

Cuando una persona tiene vínculos sanos y fuertes con las personas de su entorno está preparada para disfrutar de su intimidad, no sufre por estar sola porque sabe que cuenta con personas cercanas que le aportan bienestar y a las que puede recurrir si lo desea. En definitiva, se trata más bien de gozar de momentos de intimidad más que de soledad.

La soledad deseada o autonomía es recomendable para cualquiera. Puede asemejarse a un rato para el descanso, ya que es un momento libre de obligaciones con los demás que se puede destinar a lo que apetezca. En esos momentos, es probable que se sienta una sensación cercana a la libertad, que a su vez puede inspirar el sosiego necesario para sobrellevar el estrés de la vida diaria.

Todo el mundo debería reservar ciertos momentos de intimidad para uno mismo. Más aún en la sociedad actual, en la que es difícil encontrar situaciones en las que se pueda disfrutar de dicha sensación de libertad, normalmente por falta de tiempo debido a las obligaciones diarias.

A pesar todo, y de la importancia que tiene saber y poder gozar de tiempo para uno mismo, no debe caerse en el aislamiento. Disfrutar de tiempo personal para sentirse bien puede beneficiar a la salud psicológica siempre que no suponga un abuso y se descuiden los vínculos que unen a las personas cercanas. Cuidar y mantener las relaciones existentes siempre es una buena inversión, ya que solamente se gozará de la independencia si se tienen relaciones sociales fuertes y satisfactorias.

Cuando la soledad afecta

La soledad no deseada suele estar relacionada con emociones negativas, motivadas por circunstancias que la persona no ha elegido.

Cuando no se tienen vínculos con los demás, o éstos son superficiales, suelen aparecer sentimientos de tristeza que afectan al estado de ánimo y que disminuyen la motivación para relacionarse. Aislarse socialmente no es, normalmente, un deseo. Hay personas que optan por no relacionarse en exceso pero desearían tener vínculos sociales satisfactorios, aunque algo les impide relacionarse con normalidad.

Normalmente se trata de individuos con falta de habilidades sociales, fobia social o un resentimiento patológico que les dificulta establecer vínculos personales. El miedo exagerado a estar con otras personas provoca una soledad producto de pensamientos distorsionados que impiden relacionarse y establecer relaciones íntimas, tan necesarias para el bienestar psicológico. Por tanto, el aislamiento social, acompañado de un bajo autoconcepto y confianza personal, sería motivo de consulta a profesionales de la salud.

La soledad no deseada también puede producirse por un cambio repentino en el entorno, como la ruptura de relaciones personales. En este caso es importante respaldarse en las demás personas del entorno para evitar la aparición y la exageración de los sentimientos de pérdida.

Fuente: www.consumer.es

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