Noviazgos

¿Noviazgo en tu trabajo?

relstjo1Conoce los pros y contras de llevar una relación sentimental en tu trabajo, piensa antes de entrar en la aventura

¿Quién lo hubiera dicho? Cuando suena el despertador, cuando todavía es de noche y llueve, te despiertas con una sonrisa en la cara y saltas de la cama impaciente por ir a trabajar. Mientras que antes contabas uno a uno los días que faltaban para llegar el fin de semana y ahora te sorprendes de lo rápido que ha llegado el viernes, sinónimo de separarse del ligue.

Me pongo guapa todos los días
Aunque todavía es más sorprendente que no dudes en trabajar horas extra y que busques excusas para quedarte más tiempo en el trabajo. Sin olvidar  la ropa que en general estaba destinada al sábado por la noche, ahora sale del closet el lunes por la mañana. Pero ¿qué está pasando? Es lo que se llama: “¡me gusta uno del trabajo!”

Tu casa en la oficina
Para algunos, la oficina se convierte en una sucursal de su casa. Se llevan fotos, plantas, ropa para cambiarse, la taza consentida, la música preferida; los compañeros de trabajo se convierten en amigos, y no dudan en irse a tomar una cerveza después del trabajo. Normal, tienen muchas cosas en común: el mismo jefe, el mismo estrés, trabajos colectivos, horarios imposibles, fechas y plazos a los que atenerse. En resumen, se entienden bien, todo encaja.
Por tanto, es todavía más valido para un hombre y una mujer que establecen una relación íntima. Al trabajar en la misma empresa, multiplican los puntos en común y alejan así el riesgo de desacuerdo. Cada uno entiende mejor las obligaciones profesionales del otro y las respeta. Mejor aún, se animan el uno al otro. No dudan en quedarse hasta la madrugada, encerrados en el despacho, para terminar una presentación, para perfeccionar un proyecto, para buscarle la solución a un problema. De esta manera se convierten en socios.
Que si se rozan sin querer en la sala de juntas o le robas un beso en el ascensor o un apasionado abrazo en la fotocopiadora, etc.  Son los momentos que hacen que tener algo en la oficina sea excitante.

Y las consecuencias
Si lo asumes y eres lo suficientemente fuerte como para que no te afecte, muy bien. Pero prepárate para lo peor. No sólo toda la empresa estará al corriente de tu relación, sino que será analizado, criticado, exagerado y aumentado. Puede que hablen mal de ti. Sin hablar del hecho de que también se cuestionarán tus aptitudes profesionales. Las malas lenguas no dudarán en decir que lo que haz logrado es por otro tipo de aptitudes. Es injusto, pero es así.

Ruptura de la relación
Y si ya de por sí no es nada fácil superar una ruptura sentimental, imagínate hacerlo teniendo que cruzarte cada día con el tonto que te acaba de dejar o el pobre hombre al que acabas de dejar. Es difícil superarlo cuando tienes que soportar día tras día su mirada acusadora, comentarios desagradables, pequeñas venganzas o incluso peor, ¡su nueva conquista! No sólo tardarás más en superarlo, si no que tu rendimiento en el trabajo sufrirá consecuencias. Y si trabajas en el mismo departamento, es casi seguro que el ambiente no sea de lo más ameno y que el problemilla más pequeño genere en algo peor.

Lo que dicen los demás
De repente, ves que tu vida privada se ha convertido en un tema de interés público. Todo el mundo tiene algo que opinar al respecto. Por tanto, piénsalo dos veces y analiza las consecuencias antes de estampar tus labios en los de tu compañero ¡por muy sexy que sea!

¿Por qué pasan estas relaciones?
Para que una pareja se conozca, tiene que surgir la posibilidad de que se conozcan. En la vida diaria, conocemos poca gente nueva. Nos cruzamos con las mismas personas todos los días. El trabajo, sin embargo, es un lugar muy propicio  porque ahí conocemos a muchas personas. Entre ellas, gente que conoces desde hace años y gente nueva. Se ha calculado que necesitamos entre 2 y 3 veces menos de tiempo para conocer una persona en el trabajo que fuera.

¿Cómo explicarías el aumento de relaciones íntimas en el lugar de trabajo?
Por un lado, porque el nivel de estrés y de presión es cada vez más fuerte y, por otro lado, porque las relaciones humanas en el trabajo son cada vez más cercanas. Para hombres y mujeres, llegar a tener una relación estrecha o íntima, es una manera de reconstruir lo vivo.
Lo cotidiano, las ganas de probar algo nuevo. Todo eso hace que un día cada uno de nosotros (sin excepción) esté “dispuesto” a engañar a la pareja. De hecho, hasta es necesario que él o ella tengan la ocasión de verse con alguien. Para ello existen tres grandes lugares: Internet, vacaciones (las noches de fiesta incluidas) y ¡el trabajo!
La mayor parte del tiempo la pasamos en el trabajo; nos fijamos en cómo nos vestimos, cómo nos presentamos, lo que decimos y cómo lo decimos. El trabajo parece un lugar privilegiado para las relaciones privadas o íntimas, y éstas no hacen más que aumentar.
Puede ser excitante, puede ser emocionante, podría ser sí el amor verdadero, pero antes de todo esto, es necesario equilibrar y medir las consecuencias, pues de no ser amor, el resultado podría ser doloroso para muchas personas.

Escrito por: Nancy Rivera Quiroz

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