Bienestar

Compromiso con uno mismo

Cuando hablamos de compromiso probablemente lo relacionamos con una pareja, con una obligación o un contrato. Sin embargo, el compromiso es mucho más que eso. El compromiso es fundamental en cualquier relación de nuestra vida, nos comprometemos con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestro trabajo y con el mundo que nos rodea. Sin embargo, uno de los compromisos más importantes y necesarios para lograr una vida más plena, es el compromiso con uno mismo.

¿Qué es el compromiso?

La palabra compromiso tiene su origen en la palabra latina “compromissum”, compuesta del prefijo “com” que implica una unir o juntar y “promissum” que significa promesa. Un compromiso es ante todo, una promesa. Es un vínculo que une a dos personas desde el momento mismo que se decide hacer el compromiso. A menudo lo asociamos con una obligación impuesta, sin embargo, un compromiso tiene más que ver con la decisión de hacer algo que hemos prometido.

Una persona comprometida es aquella que pone su esfuerzo en realizar aquello que ha prometido, no por quedar bien con las personas, sino porque está convencido de que debe hacerlo. La diferencia entre compromiso y obligación radicaría en lo involucrados que estamos con cumplir nuestro objetivo. No se trata de hacer algo porque nos sentimos obligados, sino porque estamos convencidos, porque tenemos un auténtico deseo de cumplir nuestra palabra.

Compromiso consigo mismo

Podemos prometer muchas cosas, pero en cumplirlas es donde radica el compromiso. Sin embargo, lo cierto es que no podemos ofrecer a otros aquello que no nos damos a nosotros. Tener compromiso con nosotros mismos es el primer paso para ser capaces de comprometernos con el resto del mundo.

El compromiso con uno mismo tiene mucho que ver con encontrar el sentido de nuestra vida. Según Viktor Frankl, fundador de la logoterapia, cuando nuestra vida tiene un sentido, estamos dispuestos a luchar por él y sacrificarnos, seguir adelante a pesar de la adversidad en pro de ese objetivo o ese sentido de nuestra vida. Es ante todo la voluntad lo que nos llevará a alcanzar la felicidad. De eso se trata tener compromiso con uno mismo, de prometerte seguir adelante para alcanzar tus metas y ser feliz. Se trata de la tenacidad, la perseverancia y el esfuerzo, así como la firme decisión de no rendirse.

Cumplir nuestras propias promesas
En ocasiones parece más sencillo cumplir nuestras promesas a los demás, que cumplir las que nos hacemos a nosotros mismos. A veces cumplimos lo que prometemos más bien porque “nos sentimos obligados”, sin embargo estamos respondiendo a una obligación, no a un compromiso.

Cuando ambos lados de la promesa somos nosotros mismos, no sentimos la inmensa presión de la obligación y no cumplimos lo prometido. Tal vez nos resistimos a comprometernos ante el temor de que las cosas no salgan como queremos, de que no logremos lo que deseamos o por el temor a al cambio que ello implicaría. Comprometerse supone arriesgarse a todo lo que conlleva intentarlo, y nos da miedo, por lo que nos resistimos.

Probablemente nos sentiremos frustrados y nos juzgaremos duramente por nuestra falta de compromiso, sin embargo, seguimos sin cumplir las promesas que nos hemos hecho. Pero mientras no decidamos adquirir el compromiso con nosotros mismos, no será posible seguir adelante. Podemos estancarnos en la frustración o decidir comprometernos con la única persona con la que estaremos toda la vida, nosotros mismos.
Las personas comprometidas

Las personas comprometidas con ellas mismas son las que logran trascender, son las que logran sus objetivos, son las que viven más plenamente porque hacen lo que dicen con el pleno convencimiento de hacerlo. Se desempeñan mejor porque hacen las cosas no por obligación, sino por convicción. Están conscientes de que luchar por lo que quieren no es cosa sencilla, pero están dispuestas a hacer lo que se han prometido sin importar cuanto tiempo o dificultades les tome.

Una persona comprometida es perseverante, tiene confianza en sí misma y es capaz de lograr lo que se propone. Abre las posibilidades a aprender y seguir creciendo, entiende que se necesita paciencia y constancia para alcanzar sus objetivos, entiende los riesgos y está dispuesta a tomarlos.

Tener compromiso con uno mismo es el primer paso para comprometernos con la vida y con la gente que nos rodea. De esta forma podremos disfrutar más la vida y ser felices.

Escrito por: Elena Pedrozo

¿Te consideras una persona comprometida consigo misma? Déjanos tus comentarios

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