Bienestar

Vivir con pasión

La pasión es una fuerza, es un motor,  una llama en nuestro interior que nos lleva a experimentar con intensidad y llegar más lejos. Podemos poner pasión en cada uno de los aspectos de nuestra vida: en nuestra pareja, en nuestro trabajo, en nuestra familia o en los sueños que queremos alcanzar. La pasión puede hacer la diferencia entre vivir con la sensibilidad abierta a percibir el mundo o atravesar la vida en piloto automático, en monotonía y parálisis.

Vivir con pasión es atrevernos a desbordar nuestra energía, aprender a disfrutar a tope, pero también aceptar el dolor y vivirlo para aliviarlo, no evadirlo. Es poner nuestro corazón en cada cosa que hacemos y esforzarnos en poner lo mejor de nosotros. No dejar que los obstáculos –reales o imaginarios- nos detengan de hacer aquello que deseamos.

Es un fuego que alimenta y que nutre, que ilumina nuestro camino y nos deja ver más allá, brinda calidez a nuestro entorno con una llama que surge desde nosotros;  es cierto que puede quemarnos, pero vale la pena tomar el riesgo.

No se trata de riesgos inconscientes, sino  de atrevernos a pesar de las dificultades y los riesgos. No se trata de lo que decimos que sentimos, sino de sentir con intensidad. No se trata de obsesión, sino de poner nuestro mayor esfuerzo. Se trata de entusiasmo por vivir.

Es en esencia amor, pero no un amor contenido que damos solo cuando nos sentimos seguros. Sino un amor que surge desde nosotros y se desborda a nuestro entorno, que aplicado a todas las áreas de nuestra vida puede cambiar todo nuestro panorama.

Para vivir con pasión solo basta decidirse a vivirla. Atrevernos a poner nuestra alma en cada aspecto de nuestra vida, incluso ante la posibilidad de resultar heridos o decepcionados. La única forma de tener una gran satisfacción, es hacer un gran esfuerzo para conseguirlo; y eso es parte de vivir apasionadamente.

Escrito por: Elena Pedrozo

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