Leticia Sarnago
El cabello es una de las mayores preocupaciones de las mujeres, que esté hidratado, sano y cuidado, es un trabajo que requiere paciencia. Después pasamos a la parte del peinado.
La alimentación, los hábitos de vida y las costumbres afectan también a la hidratación y al estado de nuestro cabello. Antes de pensar en un peinado que te favorezca o te alegre la cara, debes pensar en mantener el cabello hidratado y limpio todos los días.
A través de champús que traten el mal de tu cabello, ya sea que está seco, dañado o algún problema semejante, y de mascarillas especiales, lograrás mantener el pelo en su estado natural y conseguir el efecto deseado.
Después, de aplicarte un tratamiento hidratante y de cuidado para tu cabello, podemos pensar en qué tipo de peinado te favorece más.
Lo primero que hay que hacer es examinar tu rostro, ya que no basta con que te guste un tipo de peinado sino además con que te aporte y te alegre la cara y te quede atractivo.
Si tienes un pelo abundante y muy exagerado, los peinados que más te favorecerán son los que te eliminen capas y resten peso a tu pelo. El cabello suelto faviorece cuando se tiene cara redonda, pero no cuando se tiene poca cara y no se nos deja ver.
En cambio, si tienes poco cabello te recomendamos que lo recojas en coletas muy altas que marquen las capas y que dejen ver la calidad de tu cabello. Además, los peinados que refuerzan el volumen te favorecerán mucho más que los chonguitos con tensión.
Por último, piensa que tu cabello es una extensión de tu carácter y que lo que hagas con él, puede ser importante para crear una personalidad propia. Explota tus atributos naturales y personalízalos.