Pareja

3 claves para preservar el matrimonio después de los 40

3-claves-para-preservar-un-matrimonio--despues-de-los-40¿Hasta que las canas nos separen? Cómo preservar un matrimonio en la mediana edad

Escrito por: Vivian Diller*

Pocos nos soprendemos cuando las parejas de jóvenes famosos –como Reese Witherspoon, Justin Timberlake y Renne Zellwegger—rompen. Pero ¿qué pasa cuando matrimonios conocidos que ha durado décadas de altibajos se disuelven? Estos casos sí que tienen la habilidad de dejarnos atónitos, e incluso nos llevan a reflexionar sobre nuestras propias relaciones.

Parece que han pasado eras desde que Al y Tipper Gore anunciaron la disolución de su matrimonio de 40 años. En ese momento, la blogósfera se llenó de una gran variedad de emociones, desde signos de alarma (“es el último matrimonio que hubiera pensado que tiene problemas”) hasta el cinismo (“¿acaso habrá alguna relación que pueda durar tanto?”).

Ahora, menos de un año después, Internet vibra con la noticia de otra pareja representativa que está a punto de resquebrajarse. El ex gobernador de California, Arnold Schwarzenegger y su esposa por 25 años, Maria Shriver, anunciaron su separación la semana pasada, y una vez más los reportes sugieren que pocos (al menos entre los que no los conocen muy bien) lo veían venir. Un autor del Huffington Post dijo “Al contrario que muchos matrimonios políticos que se han visto llenos de escándalos en últimas fechas, la unión de Schwarzenegger, 63, y Shriver, 55, parecía sólida como una roca.

Como psicóloga, que he trabajado con parejas por más de 20 años, no me sorprende. Los estudios demuestran que incluso los matrimonios más sólidos son difíciles de preservar toda la vida. Como las parejas ven por sí mismos, vivir juntos hasta los 80 o 90 años, “hasta que la muerte nos separe” ha tomado un significado muy diferente. “Llegas a un punto en que si un matrimonio no es satisfactorio, no piensas en soportarlo por más tiempo”, dice la experta en estudios del matrimonio y la familia, Stephanie Coontz.

Durante la historia, el propósito principal del matrimonio era procrear familias y protegerlas. El vínculo marital no cargaba con las expectativas de enorme y eterna gratificación. Pero en la actualidad, cuando las parejas no se sienten a gusto con su matrimonio, o ven otras opciones para una mayor felicidad en el futuro, aprovechar esas oportunidades es algo difícil de resistir.

Los Gore explicaron a los medios el año pasado que ambos consideraban que habían pasado buenos momentos durante cuatro décadas—casados suficiente tiempo para compartir amor, el desarrollo de sus carreras y la crianza de los hijos. La realidad no romántica, supimos, era que había llegado el momento de que Tipper siguiera adelante y Al se mudara de casa.

Parece ser el mismo caso con los Schwarzeneggers. Hay muchas historias sobre sus 25 años de buenos momentos (cuatro hijos hermosos , campañas políticas exitosas y vidas glamorosas) pero también las hay sobre los malos ratos (diferencias ideológicas, acusaciones de maltrato sexual y pérdidas familiares).

De acuerdo con fuentes cercanas a Shriver, el descontento se había ido formado en los últimos dos años y la separación vino cuando Arnold empezó a hablar sobre revivir su carrera de actuación. En una declaración que Arnold y Shriver dieron a los medios dijeron “Después de mucho pensarlo, reflexionarlo, discutirlo y rezar, tomamos esta decisión juntos.”

Entonces, ¿por qué nos sorprende? ¿Acaso creemos que los matrimonios entre estas personas admirables y exitosas—y otras en la lista de las parejas poderosas—son inmunes a los retos que enfrentan las personas comunes para mantener vivo su matrimonio? ¿Acaso imaginamos que el dinero, el poder y la influencia proveen algún tipo de pegamento especial que une mágicamente a estas parejas? Seguramente eso deseamos, pero la verdad es exactamente lo contrario. Los psicólogos saben por experiencia que este tipo de parejas son, de hecho, más vulnerables a la fragilidad de matrimonio en la actualidad. Enfrentan mayores presiones internas y externas que requieren trabajo más arduo para mantener sus relaciones intactas. Aquí el por qué:

Dar el matrimonio por sentado

Las parejas que dan el vínculo marital por sentado se meten en problemas con frecuencia. De acuerdo con el terapeuta de pareja, John Jacobs, “el arma más efectiva en la batalla por asegurar que una relación sobreviva es mantenerse consciente de que el vínculo es muy frágil”. Y cuando le preguntas a las parejas que han tenido éxito conservando sus largos matrimonios, el tema que más se repite es “Hicimos de nuestra relación nuestra más alta prioridad”.

Aún así, muchos de nosotros nos volvemos complacientes en nuestro matrimonio. Asumimos que la institución es un vínculo interpersonal más fuerte de lo que es en realidad. Crecemos creyendo que el amor lo puede todo, y aunque estamos conscientes de los altos índices de divorcio y vemos los desastres amorosos entre nuestros amigos, familia y en los medios, tendemos a pensar que nuestra relación será la excepción. Incluso cuando la nuestra no llega a funcionar, aplicamos esta creencia a las parejas que admiramos—los Gore, los Schwarzeneggers y otras—tal y como seguramente lo haremos con los recién casados William y Kate.

En los casos de estas parejas, es fácil imaginar cómo pueden mezclarse o perderse las prioridades. Aunque no sabemos los detalles de su vida interpersonal, todos sabemos que Al estaba inmerso en su pasión por los temas ambientales, Arnold en sus ambiciones políticas. Estos son hombres muy exitosos y productivos. Sus esposas son brillantes, compañeras que los han apoyado y cuya pasión ha sido cuidar de su familia. Te hace preguntarte si estas parejas creyeron que su matrimonio se iba a cuidar por sí mismo.

Schwarzenegger dijo alguna vez durante un discurso, “Muchas personas me preguntan, ¿cuál es el secreto de su éxito? Y yo siempre les respondo que hay una versión corta: vienes a Estados Unidos, trabajas duro y te casas con alguien de la familia Kennedy.” Él lo dijo como broma, pero me cuesta no preguntarme si estas prioridades—y el orden de importancia—son, de hecho, motivo de burla para su esposa.

Un nuevo pegamento marital

El matrimonio ha cambiado más en las últimas décadas que en los últimos miles de años. Las presiones religiosas y sociales ya no proveen el mismo poder adhesivo que antes para cuando los matrimonios tenían problemas. Tampoco lo hace la dependencia económica de las mujeres con los hombres. Mientras el matrimonio era el camino hacia el compañerismo, el sexo y los hijos, actualmente hay muchas otras opciones para alcanzar esos objetivos. Añadimos a eso que el estigma del divorcio ha disminuido dramáticamente y ahora se necesita un nuevo pegamento marital.

Los vínculos del matrimonio deben ser creados y activamente conservados entre ambos. Se necesita pasar tiempo, no sólo resolviendo problemas juntos, sino también disfrutándose el uno al otro, divirtiéndose, compartiendo proyectos, actividades, intimidad, sexo y placer. Y algo de tiempo lejos de los hijos. Conectarse con respeto e interés es el nuevo—y posiblemente el único—pegamento que mantiene a las parejas unidas en la cultura actual.

Claramente, entre las parejas con muchas ocupaciones, encontrar tiempo para estar juntos es un reto enorme. Los Schwarsenegger y los Gore tenían cuatro hijos (que sin duda requerían mucho tiempo y energía), pero también pasaban temporadas viviendo en ubicaciones diferentes. Al era conocido por viajar por el mundo difundiendo sus creencias sobre el cambio climático, por lo que eventualmente ganó el premio Nobel de la Paz en 2007. Maria era una periodista exitosa que trabajaba para NBC antes de que su esposo se convirtiera en Gobernador de California en 2003. Dejó su trabajo para apoyar la carrera política de su esposo, pero de hecho pasaban poco tiempo juntos. Arnold trabajaba en Sacramento, viajando en avión a la costa del Pacífico donde vivía el resto de la familia.

Cuando uno o ambos cónyuges se enfocan en su carrera o en vivir una vida paralela en casas diferentes, es evidente que encontrar el tiempo para disfrutar a la familia será difícil. Encontrar tiempo para estar lejos de los hijos para hacer el tan necesario trabajo de cuidar la relación es casi imposible. No sorprende, entonces, que la conexión se rompa cuando ya no hay nada que mantenga el vínculo.

El matrimonio en la mediana edad

Los que estudian las tendencias maritales, como Betsey Stevenson de Wharton School of Business, dicen “Las personas creen erróneamente que si pasan de los 10 años de matrimonio ya están del otro lado. No es el caso en lo absoluto.” Aunque los índices de divorcio en general han bajado un poco (al igual que los índices de casamientos, por lo que es difícil interpretar esa estadística) está creciendo en parejas de mayores de 55 años. Como ahora vivimos más tiempo, muchos no estamos dispuestos a dejar ir la oportunidad de vivir una vida más enriquecedora, incluso si eso significa dejar a tu pareja.

Para que un matrimonio dure más allá de la mediana edad, es necesario cambiar las expectativas. Lo más típico es que entremos a relaciones más serias durante nuestros 20-30 años. Empiezan con el sueño romántico de nuestra pareja nos dará gratificación física y satisfacción emocional. Ya a los 30 y tantos nuestra atención cambia al desarrollo de nuestras carreras y a la formación de una familia. Trabajamos duro y tenemos menos tiempo para divertirnos. Frecuentemente sentimos disminuir nuestra paciencia conforme se incrementan las necesidades de los niños. Hay menos tolerancia aún para las necesidades de la pareja. Al llegar a los 40 muchos comenzamos a reconocer las limitaciones de nuestr@ compañero y la realidad del matrimonio. Si nuestros matrimonios sobreviven 20 o 30 años (la mitad lo logran), para cuando llegamos a los 50 o los 60 nos enfrentamos con la decisión de aceptar expectativas disminuidas o irnos.

Tanto los Gore como los Shwarzenegger entran en la categoría de “divorcios encanecidos”. Las parejas de este grupo son las que necesitan atención más que nunca pero tienen menos tolerancia a la frustración y las decepciones cuando no se logra cumplir las expectativas tras años de estar juntos. Sin excepción las uniones maritales requieren esfuerzo para preservar el calor y cuidado que las mantenga vivas. Muchas parejas permanecen juntas durante años por los hijos antes de separarse, pero llega un punto en que no están dispuestos a quedarse así por 20 o 30 años si el matrimonio ya no les satisface. Los cónyuges se dan cuenta de que se han distanciado, que el afecto se ha desvanecido y que las cosas que alguna vez fueron tolerables ya no lo son.

Cuando los Gore y los Schwarsenegger se casaron, como la mayoría de las parejas, seguramente esperaban que sus votos duraran toda la vida. Pocos se casan sin pensar que “el amor todo lo puede”. Pero estas parejas no son excepciones a la vulnerabilidad del matrimonio moderno. Si queremos que nuestra unión dure toda una vida en la cultura actual, hay algunos ingredientes importantes que debemos tener en mente.

  • Nunca debemos dar a nuestra pareja por sentada o ser complaciente respecto al matrimonio, especialmente al acercarnos a la mediana edad.
  • Debemos trabajar constantemente para crear un nuevo pegamento marital para mantener los vínculos fuertes y vivos.
  • Conforme nuestros matrimonios envejecen, debemos estar dispuestos a aceptar cambios en nuestras expectativas, manteniendo el aprecio mutuo y el respeto.

Únete a la discusión y comparte lo que piensas sobre los ingredientes más importantes de un matrimonio a largo plazo exitoso.

LibroFaceIt*Vivian Diller es psicóloga, bailarina profesional y modelo. Conocida por sus artículos de belleza, envejecimiento, medios, modelos y bailarinas. Es autora del libro Face It: What Women Really Feel As Their Looks Change una guía psicológica para ayudar a las mujeres a lidiar con sus emociones respecto al cambio en su apariencia.

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