El bebé...
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Las manos comienzan a tener una estructura básica, con los dedos diferenciados
El abdomen empieza a desarrollarse, empezando a formarse las estructuras que formarán el hígado, la vesícula biliar, el bazo y la glándula suprarrenal.
El feto comienza a moverse, incluso en respuesta a estímulos externos al cuerpo de su madre, como la luz y el ruido. Pero no se sentirán esos movimientos hasta bien entrado el segundo trimestre de gestación.
La mamá...
Seguramente habrás notado cambios en tus senos: habrán aumentado de tamaño y peso, siendo más sensibles al tacto. Pueden aparecer pequeños bultitos blancos en sus areolas (las zonas oscuras que rodean los pezones). No te asustes, reciben el nombre de 'tubérculos de Montgomery', unas glándulas que generan aceites que mantienen los pezones lubricados cuando comienza la lactancia.
Si antes del embarazo no realizabas ningún deporte, es recomendable comenzar una actividad que mantengas con seguridad durante el resto del embarazo. Posibles opciones son la natación, pasear o el yoga. Muchos expertos consideran que la natación es el mejor ejercicio que pueden hacer las mujeres embarazadas. Aparte de la actividad cardiovascular que se realiza, es un deporte suave para las articulaciones, ya que son más propensas a las lesiones durante el embarazo. Esto se debe a que la hormona relaxina afloja las articulaciones para que la pelvis pueda dilatarse durante el parto; por lo que, hay que evitar ejercicios que generen una tensión excesiva sobre las articulaciones, como tratar de tocarse los dedos de los pies.
Comer queso aumenta el cociente de calcio, pero se deben prescindir de los quesos blandos sin pasteurizar, de los quesos con vetas azules, como el Brie y de los quesos poco curados, ya que pueden tener una bacteria llamada 'listeria', que puede ser perjudicial para el feto.
Fuente: El embarazonet