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Limpieza Zen

Zen es una filosofía budista surgida de la mezcla de la mentalidad china e hindú, que más tarde fue adoptada por los japoneses y cuyo objetivo primordial es alcanzar la iluminación. El Zen implica vivir enteramente en el presente, pero sobretodo vivir de forma natural y espontánea.  Cuentan que cuando a Po-Chang se le pidió que definiera Zen, dijo: “Cuando tengo hambre, como, cuando estoy cansado, duermo”. Esto parece muy obvio, sin embargo, difícilmente es algo que llevemos a cabo, a veces comemos cuando estamos ansiosos o dormimos cuando lo que tenemos es hambre, el mundo parece confuso y nuestra mente se encuentra en un constante desorden.

La iluminación Zen se manifiesta en todos los aspectos de nuestra vida diaria, tomar el té, pintar, hacer caligrafía e incluso, la limpieza de nuestro hogar. Un hogar limpio y libre de desorden nos puede ayudar a aproximarnos a la iluminación Zen. Organizar puede ser una herramienta de meditación Zen.  ¿Por qué? Dijimos antes que el Zen implica vivir el presente y ordenar nuestro entorno puede ayudarnos en este sentido.

Existen dos principales razones por las que guardamos cosas que no necesitamos: porque tienen un valor emocional o porque creemos que las necesitaremos en el futuro. Visto en profundidad, nuestra necesidad de guardar cosas es en esencia, el reflejo de nuestro miedo al futuro y nuestra necesidad de aferrarnos al pasado.

Guardamos cosas que nos recuerdan algún momento especial, un ser querido, unas vacaciones o algo que nos gusta recordar. Sin embargo, esto es una forma de aferrarse al pasado, de no dejarlo ir. No se trata de olvidar, sino de vivir en el presente y dejar ir el apego. A fin de cuentas, aquello a lo que nos estamos aferrando no son  más que objetos. Podemos recordar sin necesidad de guardar tantas cosas, las memorias están en la mente no en los objetos. Reflexionar sobre que te ata a ciertos objetos y qué te ata a tu pasado, te ayudará a vivir más en el presente y dejar de aferrarte al ayer.

En cuanto al futuro, a menudo guardamos cosas porque si bien no las utilizamos, creemos que “podrían servir en el futuro”. Queremos estar preparados para lo que viene, nos llenamos de cosas que no necesitamos porque “podrían ser útiles”. Tememos al porvenir y queremos ser precavidos, pero lo cierto es que es imposible estar preparado. El futuro es imprevisible y preocuparte demasiado por intentar prevenirlo o atisbarlo te aleja de vivir el presente. De nada sirve anticiparte a lo que puede o no puede venir, libérate de todo lo que no necesitas, si en algún momento lo llegaras a necesitar, encontrarás la forma de obtenerlo.

Debes ser muy honesta contigo y descubrir si aquello de lo que no quieres deshacerte encierra una de estas razones. Liberarte del desorden es liberarte de tus miedos y tus ataduras, tus objetos no sólo están ocupando espacio en tu hogar, están bloqueando el camino para que encuentres una paz interior. Haz una limpieza Zen para que no sólo tu casa, sino tu mente, puedan encontrar un orden y tranquilidad.

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