A lo largo del tiempo se han tejido mitos en torno a predecir el sexo del bebé. Antiguamente, cuando la tecnología era limitada y las ecografías no dejaban conocer todo lo que ahora se puede saber con ellas, los padres trataban de averiguar el sexo del bebé con técnicas caseras. Estos mitos han sobrevivido hasta hoy, y aunque muchas parejas prefieren no especular y asegurarse del sexo del bebé con métodos científicos, hay otras que prefieren la sorpresa. Por ello, en alguna etapa del embarazo, estos mitos vuelven a cobrar vida.
Mitos sobre el sexo del bebé
El más famoso de los mitos es la forma de la barriga de la futura mamá. Si la barriga de la madre es muy redonda y tiene forma de balón, es niño. En cambio si la barriga es un poco aplastada y grande es niña.
El tipo de antojos de la madre es otro mito en el que se afirma que si la a madre le dan antojos de alimentos dulces, es niña, pero si prefiere un zumo de limón, es niño. La forma de la cara es otra creencia pues a algunas ellas les cambia la forma de la cara a medida que progresa el embarazo.
Otro método famoso es la tabla maya, muchas mujeres coinciden en afirmar que es un método acertado. Es un sistema que predice el sexo del bebé utilizando datos como la edad de la madre y el mes de concepción.
Entre otros mitos están la posición de la relación sexual, la fase de la luna o si el día es par o impar en el momento de la concepción.
Aunque se tenga una idea del sexo del bebé, es mejor estar preparado y elegir el nombre del bebé tanto si es niña como si es niño.
Métodos científicos
Para conocer el sexo del bebé se puede practicar una ecografía o sonograma, alrededor de la semana 18 de embarazo, en esta etapa del embarazo ya es posible determinar si es niño o niña.
Si se prefiere un diagnóstico 100% certero, se pueden examinar los cromosomas del feto, por ejemplo a través de amniocentesis.
Fuente: Parabebes.com