Bajar de peso suele ser la primera preocupación que tenemos con respecto a la báscula. No subirlo suele ser la segunda y hay diversas razones para luchar contra los kilos en esta dirección. En ocasiones porque hemos llegamos al peso ideal, pero nos cuesta trabajo mantenerlo. También puede ser que nuestro hasta ahora maravilloso metabolismo esté dando las primeras señales de entorpecimiento. O quizá sea que hemos llegado al punto en que nos decimos que si no podemos bajar de peso, por lo menos queremos evitar subirlo. Sea cual sea el caso, aquí te decimos cómo evitar la llegada de nuevos kilos.
Antes que nada es importante tener en cuenta que hay dos factores clave en el control del peso. La forma en que comemos y la actividad física que realizamos. Para no subir de peso será necesario vigilar nuestra alimentación y asegurarnos de que sea balanceada y completa. Así mismo, un poco de actividad física nos ayudará a mantener nuestro metabolismo en funcionamiento, lo que ayudará a impedir que los kilos se acumulen. Éstos son los básicos, he aquí algunos más específicos:
- Mastica y come lentamente. Disfrutar la comida te ayudará a saber el momento en que estás satisfecha. La señal de que has comido suficiente tarda en llegar al cerebro, por lo que si comemos rápido, estaremos comiendo más de lo que necesitamos.
- Come primero los vegetales. Los vegetales tienen mucha fibra y nos ayudan a sentirnos satisfechos. Una buena idea es comer primero los vegetales para que la sensación de saciedad llegue antes y no comamos de más.
- Toma mucha agua. El agua transporta nutrientes, hidrata nuestra piel, ayuda a eliminar desechos, mantiene el buen funcionamiento de los músculos y regula nuestra temperatura corporal, entre otras cosas. De 6 a 8 vasos al día serán necesarios para mantenernos saludables y controlar nuestro peso.
- Sírvete en un plato pequeño. Está comprobado que a la hora de servir sentimos la necesidad de llenar el plato. De acuerdo a un estudio de la Universidad de Illinois, se tenga o no hambre, entre más grande sea el plato más comeremos. Hasta un 45% más señala el estudio. Nos sentimos satisfechos en relación a lo que vemos en nuestro plato así que una buena opción para moderar nuestro consumo es servirnos en platos pequeños
- En ocasiones se presentan las “tentaciones”. Aquellas comidas dulces o grasosas que nos hemos prometido evitar. Si el antojo es muy grande, puedes compartir con alguien de tal forma que cumplen el antojo sin exceder las calorías.
- Come sólo cuando tengas hambre. Una de las principales causas para comer cuando no tenemos hambre son nuestras emociones. Cuando sientas ganas de comer pregúntate si en verdad es hambre. Puede ser ansiedad, enojo, tristeza, aburrimiento, incluso convivencia. Si no tienes hambre, no comas.
- Sé consciente de lo que comes. Necesitamos comer para obtener la energía que necesitaremos a lo largo del día, pero si comemos más de la cuenta subimos de peso. Para tener un control adecuado de lo que comes una buena opción es hacer un diario de alimentación. De esta forma podrás identificar si estás comiendo de más y en qué momentos. Es un buen primer paso para iniciar el cambio de hábitos.
Como probablemente hayas notado, muchos de estos consejos se parecen a los que se dan sobre bajar de peso. Pues para alcanzar y mantener el peso ideal es necesario hacer un cambio de hábitos que debe ser permanente. No basta con llegar a tu peso, si quieres mantenerte no debes descuidarte. Aprender a alimentarte correctamente es un aprendizaje que te ayudará a lograr tu peso ideal. Sea para bajar de peso o mantenerte en el ideal, lo importante es hacer ese cambio de hábitos que nos permita tener un mejor estilo de vida.
Escrito por: Elena Pedrozo
