Solemos confiar mucho más en lo que recordamos de primera mano, que en lo que la gente nos dice; después de todo es nuestra propia experiencia y nuestra memoria no tiene por qué engañarnos ¿o sí?
La memoria no es exacta, nuestros recuerdos están afectados por nuestras emociones y la forma en que ocurrieron las cosas puede ser ligeramente diferente de como las recordamos. Otro factor que puede influir en este tipo de situaciones es la falta de sueño.
De acuerdo a un estudio publicado en Psychological Science, las personas que durmieron menos de cinco horas eran más susceptibles a aceptar insinuaciones falsas (como afirmar que habían visto un video que no habían visto antes), recordar cosas que nunca ocurrieron o asegurar que los detalles ocurrieron de forma diferente.
La falta de sueño ha sido vinculada a enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes, a la obesidad, así como accidentes y falta de concentración. También se cree que afecta la capacidad de aprendizaje de los niños y provoca la pérdida de células cerebrales, lo que a largo plazo, puede ser causa de Alzheimer. Ya se sabía que no dormir suficientes horas causa estragos a nivel cognitivo, las “memorias falsas” son otra consecuencia.
No es una sola noche de insomnio, las personas que de forma crónica duermen menos horas de las recomendadas, pueden ser más proclives a generar a largo plazo estos problemas de distorsión de la memoria, así como otros desgastes en su salud física y mental. Dormir al menos seis horas será clave para mantener un buen estado de salud.
Escrito por: Elena Pedrozo
