Siempre encontramos motivos para quejarnos; el tráfico, las dificultades en el trabajo, tal vez la mala atención de un mesero o una vendedora. A menudo estamos tan enfocados en encontrar las fallas, todo lo que no funciona, todo lo que está mal, que nos perdemos la oportunidad de reconocer todas las bendiciones que tenemos.
Qué tal si en lugar de ver lo malo, intentáramos por un momento sentirnos agradecidos por esas muchas o pocas cosas que enriquecen nuestro día a día. Agradecer es un acto de la voluntad que implica reconocer los beneficios recibidos en nuestra vida y con el auge de la psicología positiva, ha adquirido un gran interés para los investigadores.
Diversos estudios señalan a la gratitud como la puerta de la felicidad; en el momento en que tú sientes gratitud no puedes contactar otros elementos como la ira, la envidia, el dolor. Realmente cuando uno siente una profunda gratitud por algo, incluso podemos entender el dolor que estamos viviendo.
A través de la gratitud podemos vivir en el presente y liberarnos de pesos pasados y ansiedades sobre el futuro que nos impiden ser feliz, vivir el momento. Valoramos lo importante de nuestras vidas y podemos transmitir el aprecio a las personas que queremos, aunque no siempre lo expresamos. Agradecer nos ayuda a conectar con la gente y disfrutar más de la vida.
¿Qué tienes que agradecer hoy?
