Algunos lo definen como una religión, otros más como una filosofía y hay quienes lo abordan como un estilo de vida. El budismo, a diferencia de otras religiones, no parece tener su énfasis en los castigos, en evitar conductas impropias o satisfacer a un dios o dioses; sino en la búsqueda de la paz. Quizás es por ello que su filosofía resulta atractiva incluso para quienes son ateos o tienen otra religión.
Las enseñanzas budistas son compatibles con varias formas de ver el mundo y existen variaciones que podría parecer que se contraponen dentro del budismo, pero más allá de las diferencias en la forma de practicarlo, el fin último es siempre la iluminación. Y lo cierto es que sin importar la religión que se profese, hay mucho que podemos aprender y aplicar del budismo para mejorar nuestra vida.
Y es que a fin de cuentas, muchas de estas enseñanzas parecen apelar simplemente al sentido común –ese que a veces parece que nos falta–:
- La transformación es una constante, no intentes resistirte al cambio pues se trata de algo natural.
- El karma no es, como a veces creemos, una fuerza o energía castigadora. Se trata más bien de causa y efecto, de que aquello que hicimos –bueno o malo– hace unos minutos o mucho tiempo atrás, manifestará un resultado tarde o temprano.
- Dice el budismo que una de las principales causas del sufrimiento es el apego y el deseo. Pero esto no significa que debamos marcar distancia y dejar de querer; sino simplemente ser conscientes de que todo cambia y todo es efímero, por lo tanto conviene disfrutar las cosas y no aferrarse a lo que ya no es o nunca ha sido.
- Todo de lo que nos molesta de los demás, son meras proyecciones de cosas que debemos resolver dentro de nosotros; así que cuando te encuentres con estos espejos, utilízalos para mejorar.
- La felicidad o infelicidad no está en los eventos, sino en la interpretación que le damos a las cosas que pasan.
- El perdón no se trata de liberar de culpa a quien nos ofendió, sino de hacernos libres de la carga del rencor. Alguna vez dijo el Dalai Lama “Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio bienestar”.
- Es importante ser observadores y ser capaces de ver sin juicios; esto nos dará sabiduría, claridad y aprendizaje.
Escrito por: Elena Pedrozo