¿Nos da miedo amar?
Escrito por: Evangelina Jiménez
Hace poco terminé de leer un libro muy bueno por cierto, el autor es un buen amigo al que respeto enormemente, se los recomiendo, se llama “SILOÉ, el espacio del amor” de Miguel Ángel Olguín, habla de dos emociones: el amor y el miedo, manifiesta que todo lo que hacemos gira alrededor de ellas, sólo de ellas y de nada más.
Y el amor, reímos por amor, amamos reír, por amor nos sacrificamos, por amor creemos, por amor nos tocamos, nos sinceramos, nos abrimos, nos miramos, nos encontramos a nosotros mismos, por amor dejamos ir aunque otros dejan ir el amor…
Ese amor latente, hoy palpable, también pude sentirlo, a este amor le tengo miedo y creo que todos tenemos miedo a amar, a amar en serio, profundamente y no me refiero solamente a una pareja, sino a nuestros hermanos, a nuestros padres, a nuestra familia a nuestros amigos, nos da miedo amarlos, porque eso implica dejar un pedacito de nosotros en ellos y no todos están dispuestos a renunciar a un pedacito de ellos para entregarlo sin condiciones, sobre todo si ese pedacito no regresa, aceptémoslo, nunca regresa.
AmarBendigo el miedo, porque me permite sentir que estoy viva y que puedo vencerlo, hoy me animo a usarlo a mi favor para lograr mis objetivos implica renunciar un poco a tu autonomía, dejas de controlar las cosas y empiezas a ser controlado por las circunstancias, por la conversión de sentimientos, por la unión de miedos traducidos en incertidumbres de noches largas iluminadas por una luna dudosa de mostrar su verdadera cara.
La mayoría de nosotros tampoco mostramos nuestro lado verdadero porque nos da miedo, nos da pánico amar y que nos amen, en el fondo amamos tener miedo porque eso justifica nuestra cobardía, nuestra inseguridad, nuestra falta de amor a nosotros mismos y no nos damos cuenta porque estamos escudados en los paradigmas sociales y en el miedo al “que dirán” y creemos que tenemos razón. Estamos equivocados.
Al cerrar el libro, que me llevó de viaje por los interiores más recónditos de mi anatomía, suspiré y pensé que era la lectura más entrañable, ningún otro libro me había hecho sentir las letras y casi tocar mis sentimientos de ésta forma. Concluí que bendigo el miedo, porque me permite sentir que estoy viva y que puedo vencerlo, hoy me animo a usarlo a mi favor para lograr mis objetivos.
Nos da miedo fracasar, porque a la vez nos da miedo triunfar, como diría mi mentor: “El éxito y el fracaso van de la mano y rechazar uno es rechazar ambos”. Así que salí de mi caparazón, cerré el libro pero abrí mi alma y mis oídos, me prometo nunca cerrarlos otra vez, no volveré a cerrarme, en mi está la clave de todo. Tal vez el libro no les cause lo mismo, aunque debe haber algo que sí lo haga, búsquenlo, abran bien los ojos porque les juro que después de que lo encuentren, nunca jamás serán los mismos.
Escrito por: Evangelina Jiménez