Cómo discutir lo que más importa
Escrito por: Equipo SuperMujer
1. Aprende. Quizá lo más importante es pasar de una posición donde una tiene la razón a una donde estemos dispuestas a conocer nuevos ángulos de un problema. No supongas nada. Recuerda que cada persona tiene información distinta y pensamientos distintos. Para facilitar el encuentro entres dos personas, lo mejor es tener curiosidad.
2. Sé mediadora. Al tener que confrontarte con otra persona sobre un asunto en particular, recuerda que el ideal no es que tengas la razón sino que encuentren un punto donde ambas partes estén satisfechas. Ello lo puedes lograr si en vez de confrontar las historias, tú intentas descubrir una tercera historia que sea aún más valiosa que las anteriores. Sé diplomática.
3. Sean socias. Como en el punto anterior, procura dirigirte a tu contraparte de manera que la invites a buscar una solución conjunta, no a imponer tu punto de vista. Describe claramente el propósito de lo que se busca y sé persistente en tratar de que juntas establezcan un plan de acción. “Sé que ambas tenemos puntos de vista diferentes sobre la herencia de papá pero juntas podemos encontrar…”.
4. Escucha. Cuando nos mostramos auténticamente interesadas en lo que el otro dice, no sólo estaremos en mejor posición de encontrar una tercera vía de solución sino que nuestro interlocutor se sentirá… escuchado. Bajará su resistencia y estará más dispuesto a cooperar. Haz preguntas. Repite con otras palabras lo que escuchaste. Ve a los ojos. Asiente. “Entiendo que estés enojada, yo me sentiría igual”.
5. Escúchate. Todas tenemos una vocecita interna. Lo mejor es no apagarla sino escucharte a fondo sobretodo antes de comenzar a discutir. Si esa voz es muy fuerte, deja que se exprese para que después puedas escuchar mejor a la otra persona. Si tu voz no se detiene quizá se deba a que no tienes suficiente curiosidad por descubrir otra solución.
6. No calles. Prácticamente en cualquier situación tú tienes derecho a decir y a obtener lo que buscas. Es cierto que muchas veces nos sentimos intimidadas por la posición de nuestro interlocutor pero la realidad es que todas las personas somos iguales. Nadie es más que tú. Nadie. Recuerda que si no te expresas te frustras y se vuelve más grande el problema.
7. Sé clara. Sobretodo no te andes por las ramas. De nada sirve entrar a una discusión si tú misma no eres clara en tu objetivo. Procura manifestar con claridad cuál es el asunto principal. No te aferres a la verdad pero explica por qué piensas lo que piensas. No exageres ni hables con adjetivos de todo o nada. Ayúdale a que te entienda a ti. “¿Me podrías decir qué entendiste tú de lo que te acabo de decir?”.
Escrito por: Equipo SuperMujer
