A pesar de estar en el siglo XXI, creo que aún las cosas no resultan igualitarias para hombres y mujeres. Ha habido muchos avances pero en ciertas situaciones podemos toparnos con una diferencia de género que nos retrotrae a otras épocas…
En el pasado solía llamarse machismo, ahora está de moda la expresión “desigualdad de género”. Creo que la raíz es la misma: dejar de lado a las mujeres por haber nacido con un sexo diferente al de los hombres. Incluso se puede hablar de discriminación, ya que no se trata de una cuestión de inteligencia, de estudios, de fuerza de voluntad o de creatividad: se trata a la mujeres como ser débil y se genera una diferenciación de tareas y de posibilidades por el mero hecho de pertenecer al otro género.
Algunas normas sociales machistas han ido cambiando, pero estos son algunos de los ámbitos en los que veo que aún hay diferencias marcadas:
- Trabajo: cuando las mujeres estamos en edad de procrear, los empleadores suelen preferir a un hombre para ocupar ciertos puestos.
- Puestos jerárquicos: en las empresas sigue habiendo una abrumadora mayoría de hombres en los puestos directivos más importantes.
- Tareas del hogar: en la gran mayoría de los casos, la mujer está a cargo y es la responsable de todo lo que se hace y se deja de hacer en el hogar, aunque trabaje muchas horas fuera de su casa.
- En ciertas culturas, aún es el padre quien decide con quién casará a su hija o si asistirá o no a la universidad.
- La infidelidad sigue siendo peor vista en el caso de las mujeres que de los hombres.
El tema de la igualdad de género no se trata de competencia, sino de que no haya diferencias en nuestras oportunidades en los distintos ámbitos en los que nos desempeñamos. Pasa por el entendimiento de que la inteligencia, la idoneidad, la sabiduría y todas las demás características positivas de la personalidad (al igual que las negativas) no tienen relación con el sexo de la persona.
¿Crees que sigue existiendo el machismo?
Artículo publicado por Merlina Meiler