Bienestar

¿Por qué?

por que

 

Por: Evangelina Jiménez.

Cuando éramos pequeños, la mayoría de nosotros, todo preguntábamos ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué los hombres y las mujeres son diferentes? ¿Por qué, Por qué, Por qué? Muchas preguntas tienen respuestas claras y contundentes, otras históricas, religiosas, científicas. Pensamos que al crecer, las preguntas son menos y las respuestas más. Nos equivocamos.

Sigo preguntándome porque hay tanta pobreza en el mundo ó porqué Dios permite que los seres humanos nos matemos unos a otros, porqué existe el odio, la envidia, el rencor y otros muchos sentimientos negativos que denigran nuestra calidad de personas y nos equiparan con los instintos animales.

Las preguntas no se acaban, las respuestas son insuficientes y nuestras dudas crecen en nuestro interior como plantas en los bosques. Por ello, creo sinceramente, que hay preguntas que no tienen respuesta, simplemente existen. ¿Porqué ahorita? ¿Porqué a mí? ¿Por qué, Por qué, Por qué?.

Sí, es verdad, actuamos y hay consecuencias, pero hay cosas que se escapan de la lógica, como el amor, en toda su expresión, el desasosiego, la felicidad. Así que, no traten de encontrarle respuesta a todo por qué, pues solamente se carcomerán el cerebro y dejarán de disfrutar. El enamorado sólo sabe que ama al otro, y que jamás había experimentado tal sentimiento, la vibración de su cuerpo no tiene raciocinio, simplemente se siente. La madre sabe que ama a su hijo y daría, sin dudarlo, la vida por él ¿Por qué? Pues porque es su madre.

No es una regla general que haya siempre momentos correctos para hacer ciertas cosas, algunas circunstancias solamente suceden y no debemos juzgar el momento en el que lo hacen, la vida nos premia con regalos, nos bendice, a ti que estás embarazada te hace notar que a partir de ayer jamás estarás sola y te da una razón más para amar la vida y verla en su mayor esplendor. No rechacemos tal prodigio, démosle oportunidad de maravillarnos.

Y cuestionemos ¡cuestionémoslo todo! porque en la pregunta está el inicio de la razón, del reconocimiento de nosotros mismos, es cuando debemos percatarnos que hemos despertado, por eso los niños son tan asombrosos. Sin embargo, debemos reconocer y aceptar aquellas preguntas que carecen de respuesta, para mí esas son las mejores.

¿Por qué en éste momento? ¿Porqué yo y porqué tú? ¿Por qué dejamos de querer? ¿Por qué duele el alma? ¿Por qué brillamos cuando estamos juntos? ¿Por qué no hay medicamento para el dolor del corazón? ¿Por qué son tan difíciles las relaciones humanas? ¿Por qué siento que te llevas parte de mi esencia cuando te despides? ¿Por qué no funcionó? ¿Por qué te extraño tanto? ¿Por qué hay desamor? ¿Por qué las cosas son cómo son y no son de otra forma? ¿Por qué me siento capaz de hacer todo por ti? ¿Por qué no hay manuales para armar el interior del ser humano? ¿Por qué somos tan diferentes y tan parecidos al mismo tiempo? ¿Por qué no nos enseñan a amar en la Universidad? ¿Por qué sientes ese zafari en tu estómago? ¿Por qué hay problemas que nos rebasan? ¿Por qué cuando escucho esa canción se tranquiliza mi ser? ¿Por qué me sueñas? ¿Por qué, Por qué, Por qué?...

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