Bienestar

Madres adolescentes

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Autora: Merlina Meiler

Si eres o estás por ser una madre muy joven, ante todo, quiero felicitarte por la valiente resolución de tener a tu bebé. A continuación, algunos puntos para que tú y tu familia tengan en cuenta:

Para la madre:

Has tomado una decisión trascendental: estás transitando uno de los momentos más hermosos que puedas imaginarte. Una nueva vida siempre es una bendición, aunque su llegada no haya sido planeada o aún estés estudiando. Que algunos de tus proyectos tal vez se demoren un poco más no implica que no vayas a concretarlos: puedes tener éxito en tu vida futura laboral y profesional y también criar a tu hijo. Conéctate con tu panza o con tu bebé con tranquilidad y felicidad, ya que todo se irá resolviendo oportunamente. Las respuestas que hoy no tengas llegarán a ti a su debido momento.

Si tu familia te apoya: Pues cuentas con una ayuda esencial. La contención de tus padres, hermanos o quienes te rodean es fundamental para que puedas relajarte y disfrutar esta etapa. Sin duda alguna, estrecharás aún más los vínculos con quienes te cuidan y entenderás desde otro lugar todo lo que los mayores han hecho por ti, hasta ahora.

Si tu familia no te apoya: Ellos se lo pierden. Tal vez no es el momento para que ellos entiendan lo que sucede, estoy segura de que, a tu alrededor, hay gente que sí te brindará lo que precisas (familiares más lejanos, madrina/padrino, lugares estatales, centros de tu ciudad para madres adolescentes). Es bien posible que más adelante cambien su postura, lo que importa en el presente es que tengas un hombro en el cual puedas apoyarte – búscalo y lo encontrarás.

Si el padre se hizo cargo: juntos están iniciando una familia y, aunque no tengas en claro cómo comportarte o estés asustada o desorientada, tienen buenas posibilidades de que sean felices – nunca se sabe qué nos deparará el destino, ¡y son tantas las veces que nos sorprende gratamente!

Si el padre no se ha hecho cargo: esto no implica que estés sola ni que, en el futuro, tengas que aceptar al primer hombre que se te acerque. Tendrás la misma capacidad de elegir quién acompañará a tu hijo y a ti, con la responsabilidad extra de que quiera a tu niño (esto será excluyente). Fortalécete con el cariño y la comprensión de tus afectos y tómate el tiempo que necesites para que tu elección sea acertada.

Punto importante: luego del nacimiento, busca información sobre control de natalidad para evitar que vuelva a sucederte. Si no es un tema con el que te sientas cómoda para conversar con tu familia, acude a los hospitales públicos y -sola o en pareja– ten un método anticonceptivo al alcance de la mano para poder planificar futuros embarazos.

Tips para los mayores:

Si apoyan a la madre adolescente: ¡Bravo! Qué mayor bendición que un nietito o una nietita para que haya alegría en el hogar. Seguramente no es lo que soñaron para su hija, pero el acto de amor que están haciendo logrará que ella crezca y se transforme en una madre responsable de su hijo y en una adulta feliz y realizada.

Si no apoyan a la madre adolescente: Sucedió algo inesperado, es así y no hay manera de modificarlo. Este es el momento ideal para dejar atrás estructuras de pensamiento tal vez un tanto rígidas y aceptar la realidad. Lo que pasó, pasó y hay una hija y un bebé que los necesitan muchísimo. También habría que asumir cierta responsabilidad si no han hablado con ella sobre sexualidad responsable – que un adulto tenga ciertas creencias al respecto no implica necesariamente que su hijo o hija piensen lo mismo o actúen de igual modo que ellos. No sirve de nada echar culpas o dejar desamparada a la adolescente – se pueden arrepentir más adelante. Los actos de amor implican, en muchas ocasiones, ir más allá de los límites propios, en pos del bien del ser que amamos.

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