Escrito por: Rebeca Harfuch Ordoñez
En ésta ocasión la reunión será en la casa de Clara, cada quien llevará lo que mejor sabe hacer.
Clara recién llegó de Italia y hace meses que no la vemos, así que nos parece un buen plan para reunirnos y despedir el año en nuestra tradicional reunión.
Clara, Renata, Estela, Sara, Carlota, y yo nos sentaremos en esa maravillosa mesa redonda hecha de un gran tronco natural, con hermosos tallados que Clara elaboró, sólo faltará nuestra querida Lorena que éste año murió mientras dormía, según Clara el sueño eterno de los justos.
Comeremos, beberemos, pero sobretodo nos tendremos, éstas reuniones son alimento para nuestras almas, reconocernos, hablar, hablar, hasta el cansancio, oír música, bailar, cantar, recorrer con la memoria los viejos tiempos, elaborar nuestras nuevas propuestas, y jurar que las cumpliremos.
Encenderemos una vela blanca en honor de nuestra querida Lorena, quien tendrá su lugar puesto en la hermosa mesa, ya que Clara no solo tallo hermosos diseños sino que plasmo el nombre de cada una.
Sara llevará 12 uvas para cada una con su especial forma de prepararlas, las comeremos lentamente mientras cada una dirá su mejor propósito para el año que viene.
Pero también oraremos juntas, pues la oración en comunidad es más fuerte, oraremos para poder seguir manteniendo ésta hermosa amistad, ese cariño incondicional que nos une, para que los tiempos que vienen sean buenos para cada una de nosotras, y de nuestras familias.
Para que esos buenos propósitos rebasen nuestras fronteras y lleguen al mundo entero.
Y…..siempre, siempre unidas.