Diversas

Un remedio…

un-remedio-adiosEscrito por: Rebeca Harfuch Ordoñez

Ojalá tuviera el remedio de la abuela, ese que siempre era el acertado para cualquier mal, pero mi abuela ya no está, y en el botiquín no hay un solo medicamento que se prescriba para la tristeza, para éste dolor que siento en mitad del pecho, para el dolor del alma.

Siempre has sido de esos recuerdos que dan alegría, nuestro romance adolescente fue maravilloso;  alto, muy blanco de cabello negro, y con unos ojos azules como el cielo, dulce, caballeroso, educado, detallista, como decirlo… un amor inolvidable, de esos amores que se recuerdan de por vida, de esos amores que no se sabe porque no llegaron a más.

Hoy tu nombre será eso un recuerdo inolvidable, se que te fuiste en paz, rodeado del amor de tu esposa, hijos y tu pequeña nieta.

Desde que lo supe no he dejado de llorar, se me agolpan los dulces recuerdos de nuestro breve noviazgo, ese que terminó en una gran amistad de vida.

Encontrarte era recordar el pasado, y vivir  tu presente, mi presente.

Por siempre mi amor y mi cariño hacia ti.

Y… sé que todos los que tuvimos la dicha de conocerte jamás, jamás te olvidaremos.

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