El autoconcepto es la imagen que se tiene de uno mismo y la autoestima es la medida en que esa imagen gusta o no al propio individuo. La autoestima es positiva si la imagen que tiene una persona de sí misma es positiva. Sílvia Sumell explica que la autoestima se forma a lo largo de la vida según los comentarios que se reciben de los padres y de las experiencias que se viven. "Una de las funciones de las familia es ayudar a que su hijo tenga un autoconcepto de sí mismo equilibrado (adaptado a su realidad) y una autoestima positiva", indica Sumell.
Esta profesional aconseja, en primer lugar, hacer uso del lenguaje de la autoestima: mejorar la comunicación con el adolescente y, para ello, emplear un lenguaje positivo y evitar acusaciones, ridiculizaciones y comentarios irónicos. Para que los progenitores contribuyan a fomentar una autoestima sana en sus hijos, aconseja:
- Aceptarles tal y como son.
- Descubrir qué tienen de especial y decírselo.
- Tratarles con respecto y afecto.
- Premiar sus éxitos y sus esfuerzos.
- Ayudarles a aceptar sus propias limitaciones.
- Colaborar para que se fijen metas razonables.
- Ayudarles a conseguir el éxito social porque es básico para ellos.
- Fomentar su autonomía mediante la confianza y permitirles asumir responsabilidades.
- Entrenarles para solucionar problemas interpersonales.
¿Qué tan bien tiene la autoestima tu hijo?
José A. Rodríguez