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La infancia

Infancia


Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro:
A un costado de la entrada principal de este pulmón de la Ciudad de México, el Bosque de Tlalpan, se encuentra una escultura olvidada por los corredores, boys scouts, masajistas, y la infinidad de familias y niños que visitan este lugar, sobretodo los fines de semana. Un vestigio denominado La infancia.

Esta pieza en bronce, fue llamada "La infancia" (1984), y representa a dos niños, uno cabando un hoyo en la tierra, y una niña sosteniendo un árbol, ambos con una sonrisa. Ellos visten al estilo de los años 50, cuando se usaban los tirantes y los pantaloncillos cortos, y las niñas aún preferían esos vestidos coquetos con calcetas hasta la pantorrilla. La escultura es una representación fresca y sencilla, de nuestra niñez preservando el medio ambiente que heredan, y que está en sus manos cuidarlo.

"La infancia" fue retratada por Ricardo Ponzanelli, proveniente de una familia con una larga tradición de trabajo en la escultura. Descendiente directo de Valerio Ponzanelli, quien en el siglo catorce construyó la Catedral Carrara en Italia, también es nieto de de Adolfo Ponzanelli, quien esculpió las paredes de mármol en el Palacio de Bellas Artes y forjó la columna del monumento a la independencia.Asimismo aprendió el arte de su padre Octavio. Ricardo nació el en 1950, y en 1977 abrió su propio estudio, desde entonces ha trabajo en numerosos proyectos del gobierno mexicano.

Este escultor es considerado el maestro "Del moldeo de la cera perdida". Éste es un procedimiento escultórico de tradición muy antigua, sirve para obtener figuras de metal (generalmente bronce) por medio de un molde. El cual se elabora a partir de un prototipo tradicionalmente moldeado de cera de abeja. Este modelo previo es rodeado de una gruesa capa de material blando que se solidifica; una vez endurecido, se mete en un horno, que derrite la cera de la figura de cera, saliendo ésta por unos orificios creados al efecto (de ahí su denominación) y, en su lugar, se inyecta el metal fundido, que adopta la forma exacta del modelo. Para extraer la pieza final es necesario destruir el molde. Gracias a esta técnica de vaciado, es posible conseguir figuras metálicas, sólidas y duraderas, con detalles que sería imposible lograr por otros medios.

El trabajo de Ricardo se puede ver a lo largo de la ciudad, pero por  lo pronto los invitamos a que visiten este parque urbano con 253 hectáreas, que se considera una área natural protegida desde 1997. Y de paso, vean este espectáculo con estos dos niños como protagonistas, que viven de día y noche en este bosque plantando un árbol.

Por: Haydee Ramos

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