No, no te vamos a decir qué piensa el resto de la gente de si estás delgada, robusta, si eres alta o bajita. Eso no tiene por qué importarte para empezar. Aquí te vamos a explicar lo que expresas con tu cuerpo: lo que dicen tus brazos, tus ojos, tus piernas y el resto de ti, sin que te percates de ello. El lenguaje no verbal puede ser una herramienta muy útil para conocerte y proyectar una imagen que concuerde con tu personalidad y lo que quieres demostrar.
En la calle
La forma en que te comportas inconscientemente mientras caminas por la calle dice mucho te ti. Probablemente no te des cuenta, pero las personas que se topan contigo allá afuera infieren mucho más de cómo te mueves y expresas que de lo que llegues a decirles.
Tus pasos – Un paso firme denota seguridad y confianza en ti misma. Cuando llevas la cabeza en alto y la espalda recta quiere decir que no temes mostrarle al mundo lo que vales. Sin embargo, esta posición debe ser natural, si lo finges podrías verte tiesa y muy falsa, lo cual proyectaría presunción o necesidad de llamar la atención. Una postura encorvada, por el contrario, denota inseguridad o pereza.
Vista al frente – El mantener la vista al frente significa que sabes muy bien hacia dónde quieres ir, que tienes objetivos y no temes trabajar para alcanzarlos. Esto también denota seguridad, más si haces contacto visual con otras personas. Por otro lado, si miras al suelo puede dar a entender que quieres pasar desapercibida.
En una cita
Aunque no queramos, cuando estamos en una cita expresamos interés o desinterés con signos corporales. Afortunadamente, la mayoría de los hombres no son muy fijados en estas cuestiones, pero hay algunas que son muy obvias. Utiliza estos tips para que no te descubran a la primera. Que hagan un esfuerzo mayor, ¿no?
Cruzar las piernas – Esto se entiende como una manera de reafirmar tu feminidad, a la vez de “bloquear” cualquier acercamiento sexual. En cierta forma estás cubriendo tu zona íntima. El mover el pie denota ansiedad o impaciencia. En general, sueles hacer esto cuando estás muy nerviosa con la persona, o cuando estás aburrida. Lo que proyecta es que no te interesa demasiado lo que el otro te está diciendo.
Distancia – El uso del espacio personal en una cita es clave. Cuando no te interesa mucho la persona te incomoda que se acerque demasiado. Te sientas hacia atrás, o incluso cruzas los brazos. Es una manera de bloquear al otro. Cuando hay interés de tu parte, permites que se acerque más, incluso
que haya roces en los brazos o los pies.
Contacto visual – El signo más obvio. Si te interesa la persona o su conversación, es más probable que lo mires a los ojos. Si no, estarás más atenta a la televisión del restaurante, al niño que llora del otro lado o al mesero que trae tu comida. Si haces contacto visual y lo rompes enseguida, es señal de que estás nerviosa.
En la oficina
Las mujeres de hoy trabajamos a la par de los hombres en la actualidad. Es importante cuidar tus expresiones corporales en la oficina para dar una imagen adecuada a lo que se espera de nosotros, pero con la que también nos sintamos cómodas.
Sentarse encorvada – Esto es un gran error, porque da a entender que eres poco sociable o que estás aburrida. Lo mismo sucede si te desparramas en la silla. Lo ideal es sentarse lo más erguida posible.
Inquieta - Si estás en junta o hablando con algún colega, es importante que limites los ademanes y que controles tu cuerpo. El que te veas inquieta (jugando con la pluma o moviendo los pies) es indicador de que no te interesa mucho lo que se está diciendo.
Manos a los lados – La posición de tus manos cuando hablas con alguien es muy importante. Evita ponerlas enfrente de ti o masajearte el cuello. Ambas denotan inseguridad. Tampoco cruces los brazos ni las pongas atrás, porque presenta una actitud negativa hacia la persona que te está hablando.
Fuente: learnbodylanguage.org
