Si vives o conoces a alguien que vive con dolor crónico permanente, sabes lo mucho que este padecimiento afecta su calidad de vida. Recientes investigaciones médicas han sugerido que este tormento puede ser tratado, incluso curado completamente, si se atiende la salud mental de los pacientes.
Aunque suele ser una condición que va de la mano con alguna enfermedad grave, o un daño reciente, la realidad es que en la mayoría de los casos, el dolor perdura aún cuando el paciente ya ha sido curado de su padecimiento inicial. Un artículo publicado recientemente en la revista Time, señala que el dolor crónico está íntimamente ligado a la salud del sistema nervioso central, y de la mente en general.
Se ha demostrado, por ejemplo, que los pacientes que padecen ansiedad o depresión reportan índices más altos de dolor crónico, el cual se agudiza cuando empeora cualquiera de los anteriores padecimientos. El cerebro se condiciona a que cuando se presenta un episodio de ansiedad o depresivo, debe enviar señales de dolor.
Sin embargo, este mismo mecanismo de adaptación se puede utilizar a la inversa: es posible entrenar al cerebro para que deje de emitir señales de dolor. Esto es un gran hallazgo, pues también serviría para paliar el dolor crónico cuyas causas son físicas, como el de la artritis o la fibromalgia.
Según los estudios más recientes en este campo, el entrenamiento cerebral logró disminuir el dolor en un 23% de los pacientes de prueba que sufren dolor moderado, y 64% en los que padecen dolor crónico.
Esto es algo que puedes aplicar en tu vida cotidiana, ya sea que tú padezcas dolor frecuente o conozcas a alguien en esta situación. Utiliza el poder de tu mente para disminuir tu dolencia. Hay varias técnicas que te pueden funcionar.
Piensa en algo diferente que te provoque placer. Engañar al cerebro es posible. Piensa en un chiste que te contaron, en una playa que hayas visitado alguna vez, en una tarde con tu pareja o hijos. Incluso algo tan sencillo como rememorar el sabor de un chocolate o un café, provoca en el cerebro reacciones similares a la realidad.
Meditación. El camino para encontrar la paz interior y relajar tu mente es algo que puedes utilizar en cualquier momento y lugar que te asalte el dolor. Limpia tu mente de cualquier pensamiento, respira y desconéctate de ese molesto dolor.
Distráete. Mira un programa cómico en la televisión, o platica con quien esté cerca. Piensa en algo que requiera toda tu atención como hacer una lista mental de todas las ciudades que quieres visitar.
Estimulación magnética. Este tratamiento ha probado ser uno de los más efectivos para controlar el dolor porque actúa precisamente sobre el sistema nervioso. Si quieres probar esta opción, busca ayuda de un profesional, ya que si se hace mal podría ser contraproducente.