El ser humano peca de complicado. Somos necios, no nos gusta equivocarnos, adoramos la crítica siempre y cuando no sea a nosotros mismos, y soñamos con ser inmortales. No quiero ser yo quien los desencante, pero el mundo no gira alrededor de nosotros.
Somos muchos, distintos todos -gracias a Dios- y muy a nuestro pesar comentemos errores casi cada cinco minutos, sino de hecho, sí de pensamiento. Levantamos falsos en nuestra cabeza de forma constante hacia nosotros mismos y hacia los demás, somos injustos a veces. Sí, somos humanos y somos bien graciosos me cae.
El estrés de la Ciudad en la que vivimos, el tráfico y la contaminación, de repente nos juegan chueco y nos hacen preguntar cosas obvias. La verdad es que las agradezco porque por ellas río a carcajadas y así me desintoxico del día a día. Comparto con ustedes el proceso de desintoxicación de la rutina:
Situación 1: Estás en tu lugar de trabajo, tomas tu bolsa, cierras tu oficina y te preparas para irte.
Pregunta ¿Ya te vas?
Respuesta deseada: “No, tú, solamente cerraba mi oficina y me colgaba la bolsa para ver si preguntabas si ya me iba.”
Situación 2: Una embarazada entra a un restaurante donde se reunirá con amigas de la Universidad a las que hace mucho no ve.
Pregunta: ¿Estás embarazada?
Respuesta deseada: “No, tú, me puse un cojín para jugarte una broma.”
Situación 3: Una pareja de novios de mucho tiempo anuncia a ambas familias que se van a casar.
Pregunta: ¿De verdad?
Respuesta deseada: “No, estamos jugando, nada más vamos a gastar una lanota para bromear.”
Situación 4: Un amigo llega a contarle al otro que no encuentra su reloj y que se siente muy triste.
Pregunta: ¿Pues dónde lo dejaste amigo?
Respuesta deseada: “Si supiera no estaría perdido mi reloj.”
Situación 5: Un grupo de amigos van a comer unos buenos tacos. El puesto tiene en la parte de enfrente el monto de cada taco. Uno de los amigos decide pagar todo porque tiene un billete grande.
Pregunta: ¿Cuánto te debemos?
Respuesta deseada: “Haz las cuentas de cuántos tacos te comiste, no te hagas que el precio está enfrente de ti, eso es lo que me debes.”
Situación 6: Una persona está llorando, no se sabe si por tristeza o felicidad, pero las lágrimas son evidentes.
Pregunta: ¿Estás llorando?
Respuesta deseada: “No, me eché agua y me la acomodé debajo de los ojos para ver si preguntaban.”
Situación 7: Una casa es habitada por dos personas, una de ellas se encuentra en una de las habitaciones, la otra persona va entrando y al cerrar la puerta escucha ¿ya llegaste?
Respuesta deseada: No, sigo allá, el ruido que hago es del aire. Pues obvio ya llegué.
Situación 8: Un hombre está leyendo un libro y llega su amigo y le pregunta ¿estás leyendo?
Respuesta deseada: No, tengo en libro en las manos y los ojos en el libro nada más por si preguntabas.
Son solamente algunos ejemplos, porque les apuesto que todos alguna vez hemos hecho esa clase de preguntas obvias. Ríanse de ustedes mismos, que la vida se hizo para disfrutarla.
Escrito por: Evangelina Jiménez