Desde que el mundo es mundo, la mujer siempre ha sido discriminada, en muchos países, incluso en algunos hasta apedrean a las mujeres al grado de matarlas, no importándoles si son inocentes o no, si tienen hijos, etc.
En la actualidad sigue siendo lo mismo, incluso en el área laboral.
Cuando una chica sale de la escuela, le cuesta mucho trabajo encontrar trabajo, porque no tiene la experiencia necesaria. Igualmente, al cumplir 30 años, tampoco encontramos trabajo porque ya somos “viejas” para algunos empresarios. No sé qué piensan las empresas, ¿qué acaso ya no pensamos después de los 30?, ¿no somos tan productivas?, ¿no comemos? ¡Al contrario! Después de los 30 somos más productivas, más responsables y contamos con muchísima más experiencia, es por eso que esta discriminación nos afecta de muchas maneras: psicológica, moral, anímica y económicamente.
Muchas mujeres caemos en depresión, en mi caso, llevo ocho meses buscando trabajo, soy Secretaria Ejecutiva, con mucha experiencia como recepcionista, cajera, vendedora a todos los niveles, reclutadora de personal, coordinadora, jefa de c. y cobranza. Aún así, he enviado más de 2000 currículums, estoy en bolsas de trabajo, etc., como por lo general es el proceso de búsqueda.
Todo va bien hasta que les digo mi edad en la entrevista. Me han contestado incluso: “Aquí necesitamos gente joven”. Este fue el primer ramalazo que recibí, contestándoles: “Mire, no trabajo con la edad, ni tampoco tengo 100 años. Yo tengo mucha experiencia”.
Es complicado porque estoy gastando mi tiempo y dinero con la posibilidad de encontrar una oportunidad de trabajo, sin embargo, al parecer a los empresarios les gusta tener muñequitas detrás de un escritorio, aunque no sepan hacer absolutamente nada (sólo chateando en Internet, llamando por teléfono todo el día al novio y sin siquiera buena ortografía). ¡Es injusto! Pero se supone que el mundo lo dirigen los hombres ¿no?, excluyendo a las mujeres, porque todavía existe el machismo. Ellos piensan que son superiores y no es cierto, ellos no podrían hacer todo lo que hacemos nosotras las mujeres como atender un hogar, a los hijos (sobre todo con las tareas) y al esposo (incluso sexualmente, aunque se esté cansada o enferma), lavar, planchar, ir al super, cocinar, preparar la ropa, resolver problemas, y todavía trabajar para apoyar la economía del hogar. Pero de nosotras las mujeres depende cambiar esta mentalidad. No fomentemos el machismo.
Pensemos que está demostrado que las mujeres salimos adelante solas más fácilmente que un hombre.