La mayoría de los padres de familia queremos criar hijos que sean “buenos”, que crezcan para convertirse en buenas personas. ¿Cómo podemos lograrlo?
El Pacto de No-Violencia nos propone la siguiente definición:
“La bondad es la disposición permanente de hacer el bien de manera amable, generosa y firme. Las personas bondadosas sienten un gran respeto por sus semejantes y se preocupan por su bienestar. El bondadoso nunca duda en ofrecer su ayuda y lo hace de manera desinteresada.”
Las personas buenas, lejos de ser blandas se caracterizan por su fuerte personalidad llena de energía y optimismo que se refleja en sentimientos de confianza, cariño y respeto que infunde a su alrededor. El egoísmo es el peor enemigo de la bondad.
Para ser bondadosos es importante:
- Mantener ACTITUD amable, abierta y generosa hacia los demás.
- TENER COMPASIÓN hacia los que sufren.
- AYUDAR al que lo necesite.
Bondad: sugerencias para trabajar en casa:
Es importante tomar en cuenta que ser bondadosos no significa hacer lo que otras personas nos piden, ni hacer algo buscando reconocimiento o premio. Ser bueno con otro significa observar y hacer por la otra persona lo que ésta realmente necesita. Por ejemplo, podemos explicar a los niños:
- Si un amigo me pide que haga su tarea, ser bondadoso no sería hacer su tarea, sino explicarle lo que necesita saber para hacerla por sí mismo.
- Recoger en casa es una acción bondadosa, porque cuida el espacio y el bienestar de toda la familia. Tener en orden los juguetes y apoyar para recoger la cocina son acciones valiosas, incluso si nadie te mira o nadie se da cuenta de que lo estás haciendo.
Para que tus hijos aprendan a ponerse en los zapatos de otros platica con ellos ¿cómo crees que se siente esa persona? ¿qué crees que necesita?
Cuando veas que tu hijo hace acciones bondadosas puedes describir y/o agradecer.
Describir: Vaya, me di cuenta de que le diste dulces a ese niño que le habían tocado pocos.
Agradecer: Muchas gracias por haber esperado con paciencia a que yo terminara de hablar por teléfono. Te lo agradezco mucho.
Lo que hay que evitar es poner etiquetas a nuestros hijos como "buenos" o "malos", porque de esa manera en lugar de fomentar el valor podríamos dañar su autoestima. Ejemplos de etiquetas:
"Sé bueno y tráeme un vaso de agua"
"¡Qué bueno eres!
"Eres muy egoísta"
"Qué mala onda. No me gusta que seas así"
Todos los niños hacen cosas buenas y otras no tan buenas. Nuestro trabajo es irlos orientando a hacer más acciones nobles y menos acciones irritantes, pero siempre recordando que nuestros comentarios deben de ir dirigidos a las acciones y no ser juicios a sus personas.
Escrito por: Mónica Díaz