Bienestar

Sexo con la mente

aprendiendo-a-disfrutar-del-sexo-1Hay ocasiones en las que, tanto hombres como mujeres de mediana edad, desearían que existiera el Viagra para la mujer. Y es que de repente, por más que intentamos inspirarnos, no nos dan “ganas”, o no logramos disfrutar al hacer el amor.

La famosa pastillita azul fue producto de un afortunado accidente. Al ser un vasodilatador (estimula la circulación de la sangre hacia el miembro masculino) se convirtió en un éxito económico inmediato para la compañía Pfizer. Sin embargo, al intentar crear un equivalente para la mujer, se toparon con pared ya que en nuestro caso, los signos biológicos de excitación y deseo sexual no son suficientes para estimularnos.

Investigaciones realizadas en la Universidad de Queen’s en Canadá demostraron que en los hombres existe una conexión directa entre la excitación física y la psicológica. Es decir, cuando el hombre tiene una erección es fácil adivinar lo que tiene en mente. Sin embargo, con las mujeres no es así, y es por eso que nadie ha podido crear un equivalente tan eficaz como el Viagra que usan ellos.

A nosotras, según los resultados de los estudios, aunque nos estimulen físicamente (dilatando químicamente los músculos vaginales, por ejemplo), no nos excitaremos en automático como en el caso de los hombres. Y esto tiene una explicación evolutiva.

Cuando la mujer considera la posibilidad de tener sexo con un hombre tiene que pensar a largo plazo. La mayoría de las veces no es ni siquiera un proceso consciente, pero es el resultado de la selección natural. El que una mujer tuviera sexo implicaba un compromiso que afectaba toda su vida (desde la época de las cavernas) pues el embarazo y la crianza de los hijos las dejaba en una posición dependiente.

Es por esto que tenía que elegir muy bien. Es por esto que el deseo sexual de las mujeres llega a ser tan bajo, pues necesitan “sentirse” y “saberse” seguras con el hombre con quien tendrán relaciones.

Así que si tú te encuentras pasando por momentos en que “no te dan ganas” o tienes que fingir que disfrutas el estar con alguien, la solución no está tanto en lo que él haga, ni tampoco tienes un defecto físico. El conocer las razones evolutivas detrás de esta condición tan común en las mujeres es una invitación a explorar lo que piensas y sientes sobre tu relación y tu pareja. Ahí está la clave para desinhibirte y permitirte sentir el placer.

Escrito por: Nahiely Aquino

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