Pareja

Crisis de pareja

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Es normal que las parejas que llevan años juntas pasen por crisis, explica Helena Trujillo, psicoanalista de la Escuela de Psicoanálisis (España). El problema está en que muchas no saben decidir si vale la pena luchar por superar el trance o es mejor finalizar la relación.

Por qué las parejas entran en crisis
Los motivos más habituales de las crisis son, según Arantxa Coca, terapeuta de pareja, "la incompatibilidad de caracteres y los problemas sexuales". Cuando los miembros de la pareja no se entienden son normales las fricciones.

Es importante no tomar la ruptura como una derrota sino como una oportunidad para iniciar una nueva vida. Cuando uno de los componentes de la pareja siente un deseo que no es correspondido, puede desarrollarse resentimiento o rabia. Como señala Trujillo, en ocasiones, ocurre que cuando una mujer acaba de ser madre pone casi toda su atención en el hijo. "Si además las relaciones sexuales disminuyen, muchas veces el hombre busca fuera de la relación lo que no encuentra en ella".

Otra de las causas más frecuentes de una crisis es la infidelidad. Por eso, "la fidelidad no debe ser algo que uno se impone. Debe ser un deseo". Por último, un motivo más de crisis son los problemas de comunicación.

Seguir o separarse
Cuando una pareja está en crisis cuesta pensar con claridad. En ocasiones, una relación que parecía idónea empieza a hacer aguas. Los miembros han cambiado con el paso del tiempo y sus intereses no parecen ir por el mismo camino.

Es difícil generalizar sobre cuándo hay que poner punto y final a una pareja pero, como señala Coca, "cuando la otra persona deja de ser un aliado en tu vida para convertirse en alguien que no te deja desarrollar, hay que plantearse de manera muy seria la ruptura". Como es lógico, el principal motivo para romper es el fin del amor. Pero no siempre es sencillo distinguir entre el amor u otros sentimientos, como la compasión hacia la otra persona, el cariño o la amistad.

No siempre el amor une a una pareja. Para saber si hay que separarse, vale la pena tener claro los motivos que no deberían servir para mantener la relación. "A veces son los hijos, el miedo a la soledad, la dependencia emocional, el miedo al qué dirán si se rompe la relación", añade Trujillo. Desde que la crisis económica se inició, cobra cada vez más fuerza la dependencia económica.

Ayudará mucho que ambos se sientan satisfechos en otros ámbitos de su vida. "Gozar de salud psíquica será fundamental para superar una crisis", explica Helena, "así como hacerse responsable de la parte de la crisis que a uno le toca".

Tras la ruptura
Muchas personas viven el final de una pareja como un fracaso. "Pero no tiene que ser así. Muchas relaciones cumplen su ciclo y lo mejor para todos es que cada uno siga su camino. No tiene sentido mantener una relación que no satisface, por los años pasados o por los hijos", considera la psicoanalista. El final de una relación no quiere decir que uno no podrá ser feliz de nuevo.

Hay que saber hasta dónde merece la pena luchar y cuáles son los motivos por los que se está con la otra persona. Tras una ruptura, es aconsejable no obsesionarse. Es necesario darse un tiempo para aceptar la nueva situación y hay que tener muy claro que la vida continúa. Una ruptura de pareja puede ser la oportunidad para iniciar una nueva vida.

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