Un niño en edad escolar que haya sido educado con buenos hábitos de higiene y limpieza es, además, un agente que promueve una cultura de cuidado más allá de su casa o escuela.
Un informe publicado por la entidad de la Organización de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que una tercera parte de la población mundial no tenía acceso a condiciones básicas de higiene, y son los niños quienes son más vulnerables a los riesgos que esto implica.
De acuerdo con este informe, hay seis recomendaciones básicas que los padres y profesores deben inculcar a los niños para minimizarlos.
1.- Predica con el ejemplo. Esto aplica para la higiene personal así como la limpieza en el hogar. Los niños aprenden lo que ven, de nosotros y con nosotros.
2.- Inculcar hábitos desde temprana edad. Nunca es pronto para enseñarles a mantener limpia su persona y su espacio. Reforzar constantemente la importancia de la higiene, sus beneficios, las consecuencias de no mantenerla, etc.
3.- Regularidad. Ciertos hábitos deben repetirse diariamente, varias veces al día, otros con mayor periodicidad que otros. Es importante que se vuelva un hábito.
4.-Entorno propicio. Todos los artículos de higiene personal deben estar al alcance de los niños: jabón, pasta dental, papel higiénico, etcétera. Hay que tener cuidado, sin embargo, con artículos que podrían ser tóxicos para ellos (detergentes, limpiadores). Al principio es necesario que los padres supervisen a sus hijos para evitar accidentes, además de asegurarse que hagan correctamente sus rutinas de higiene (lavado de manos, cepillado de dientes, etc.). Eventualmente el niño tendrá que aprender a hacerlo solo y a tener cuidado sin necesidad de supervisión.
5.- El aseo debe ser algo agradable. No es muy buena idea amenazar con castigos, sino mostrarle los beneficios que obtendrá de llevar a cabo ciertos hábitos de higiene. Hacer de lavarse los dientes o la hora del baño momentos entretenidos. De otra manera, llegará un momento en que el niño evitará hacerlo, sobre todo cuando recaiga en él la responsabilidad de mantenerse limpio.
6.- Ser creativo. Si un método para crear hábitos higiénicos no da resultado, además de pacientes, debemos ser creativos e inventar tácticas nuevas. Puedes probar con canciones, bailes, juegos, etc.
Fuente: UNICEF