Mantener la cocina limpia y sin infecciones es una de nuestras prioridades, especialmente si hay niños pequeños en casa. Si no tomamos medidas básicas, los alimentos y utensilios pueden contaminarse con gérmenes y provocar enfermedades. Aquí algunos tips.
Las manos
Son la principal vía de contagio. Hay que lavarlas con agua y jabón antes de entrar en la cocina y cada vez que tengas que interrumpir el proceso (por contestar el teléfono, abrir la puerta, etc.). Si tienes alguna herida en la piel, cúbrelas con un curita o utilizar guantes de látex. Te protegerás de infecciones y evitarás contaminar lo que toques.
Las superficies
Todos los lugares de la cocina donde trabajas deben limpiarse con agua y jabón. Las esponjas de lavado deben desinfectarse diario y los trapos de cocina cambiarse con frecuencia. Las tablas de cortar y utensilios deben lavarse después de cada uso. Trata de no utilizarlos para varias funciones (como cortar el pan y verduras) sin lavarlos entre cada una.
Los alimentos
Todas las frutas y verduras deben ser lavadas con agua corriente, pieza por pieza y hoja por hoja. No es recomendable dejarlas remojando porque liberan gérmenes y demás agentes tóxicos al agua y se contaminan más.
Las carnes solo se lavan si es preciso, y se cuecen evitando al máximo que no queden partes crudas. Evita el contacto de carne cocida con la cruda, y no ocupes los mismos utensilios para manejarlas.
Fuente: Ser Padres
