Nuestra mirada puede verse amigable, sofisticada, elegante, sencilla, penetrante... y de muchas otras formas. Todo depende de cómo la resaltemos. Aquí unos tips para sacarle provecho al delineador.
Primer paso:
Dibujamos con el delineador una línea en el exterior del ojo, muy fina. Después la marcamos desde fuera hacia dentro. Vamos maquillando y rellenando.
Segundo paso:
En el segundo paso vamos a dibujar la línea en la zona del lagrimal, con la línea que hemos dibujado anteriormente.
Tercer paso:
En este último paso, lo único que vamos a hacer es ir perfilando y dar un poco más de intensidad en la zona del lagrimal, en el centro del ojo…
¡Listo!
Escrito por: Campanilla