Te presentamos una guía útil para que planees un viaje inolvidable
Cuando se planea un viaje alrededor del mundo, es necesario llevar a cabo una planificación y tener en cuenta una serie de aspectos que harán de tu visita una experiencia más positiva. Esta planificación -aunque luego se cambie en función de nuestros intereses y experiencias- es importante para intentar disfrutar lo máximo posible.
Por ejemplo, si uno planea visitar la Patagonia, que está en el hemisferio sur, es mucho mejor hacerlo durante el invierno (verano en Sudamérica), ya que de lo contrario, es probable que el frío estropee nuestra estancia. Del mismo modo, si se planea ir de safari por tierras africanas, la época seca será mucho mejor que la estación de lluvias, puesto que los animales se concentrarán en los pocos charcos, y serán más fáciles de ver. De todos modos, las planificaciones están para ser cambiadas, de modo que esta previsión, aunque necesaria, no les tiene que quitar el sueño.
Con este curso podrás aprender la mejor forma de preparar un viaje por el mundo. Te damos consejos tales como la planificación, los aspectos prácticos sobre el viaje, el equipaje y muchas cosas más que te serán de gran ayuda al tomar tus maletas. Si tu sueño es viajar... ¿Qué estás esperando para que se haga realidad?
Preocupaciones previas
El trabajo
Una de las primeras cosas que asaltan nuestra mente cuando nos cruzamos con la idea de hacer el gran viaje es el pánico a abandonar nuestro trabajo. Queridas lectoras, las cosas han cambiado. No querría pecar de frívola, pero la verdad es que todos hemos oído la frase "Aquí, quien no trabaja es porque no quiere", y por experiencia, puedo asegurar que, salvo excepciones, es real. Es evidente que para lanzarse varios meses a la aventura hay que dejar el trabajo, pero esto no tiene por que ser necesariamente traumático.
De entrada, existe la posibilidad de pedir un tiempo o unos días de vacaciones. Aunque el jefe nos puede responder que contra el vicio de pedir está la virtud de no dar. También nos los puede conceder. En el caso de que debamos renunciar a nuestro trabajo, hay que tomar en cuenta la posibilidad de encontrar un empleo parecido a nuestro regreso (o no, muchos intrépidos viajeros deciden cambiar de sector al regreso de su aventura). En la mayoría de las ocasiones nos daremos cuenta de que es posible encontrar algo parecido o incluso mejor a nuestro retorno.
Por otro lado, podría darse el caso que el aspirante a aventurero esté en situación de desempleo. En ese caso, ¡felicidades! Ya tenemos una cosa menos de que preocuparnos.
Enfermarse
En un viaje de una cierta duración, digamos seis meses o un año, es casi imposible no enfermarse, aunque sea sólo un poco. Pero esto no es extraño: viviendo en nuestro país, en el transcurso de un año las enfermedades están a la orden del día.
Lo que nos aterra muchas veces son dos cosas: las enfermedades "extrañas" a las que no estamos acostumbrados, y el tipo de atención sanitaria que recibiremos en el país de destino. Respecto de la primera, aunque es evidente que hay muchas enfermedades en el mundo, si mantenemos unos parámetros mínimos de seguridad e higiene y si vamos debidamente vacunados, no suele haber de qué preocuparse.
Respecto de la atención sanitaria en el destino, la mayoría de las veces es totalmente suficiente y adecuada. Y si no lo es, para eso tenemos nuestro seguro médico, para que nos repatríe si es necesario. De modo que, aunque debemos cuidar de nuestra salud, ésta no debe ser un motivo para quedarnos en casa.
Los trámites
Pasaporte
Es absolutamente imprescindible tener el pasaporte vigente. Hay que tener en cuenta que muchos países no permiten la entrada de extranjeros si al pasaporte no le quedan, como mínimo, seis meses de vigencia.
Una vez que tengas establecida una ruta inicial, debes comprobar en las embajadas correspondientes (o vía web) si los países destino piden visa o no.Es necesario llevar una planificación y tener en cuenta una serie de aspectos que harán de tu visita una experiencia más positiva En el caso que así sea, deberás obtenerla, ya sea desde tu lugar de residencia o bien en alguno de los puntos previos de tu viaje.
Carnet de vacunas
La salud es otro aspecto básico a tener en cuenta. Con la lista inicial de países en la mano, debes dirigirte a tu médico de cabecera, que te asesorará sobre dónde y cuándo tienes que ir a vacunarte.
En viajes largos suele ser habitual tener que vacunarse de muchas cosas: tétanos, hepatitis, fiebre amarilla, fiebres tifoideas y otras. Para la malaria, lo más probable es que te den unas pastillas que, aunque no garantizan la inmunidad total al parásito, sí atenúan bastante las posibilidades de contraerla.
Es muy importante que todas estas vacunas queden reflejadas en un carnet de vacunación reconocido internacionalmente, puesto que algunos países no te dejarán entrar si no dispones de determinadas vacunas debidamente selladas.
Boletos de avión
Se puede viajar o dar la vuelta al mundo de muchas maneras: en autobús, en bicicleta e incluso a pie. De todos modos, el modo más habitual de trasladarse de continente a continente es el avión. Por fortuna para los viajeros, las compañías aéreas han establecido una serie de acuerdos entre ellas, de manera que no es necesario ni aconsejable ir comprando boletos sueltos de aquí para allá. A continuación, un par de ejemplos de estas alianzas:
One World. Este tipo de boleto es ofrecido por las compañías British Airways, Qantas, Iberia, LanChile y otras. Permite dar la vuelta al mundo durante un máximo de 12 meses, y ofrece varias modalidades: tres, cuatro, cinco y hasta seis continentes. Esto significa que podemos elegir el número de continentes por los que viajaremos, incluido el de salida.
Obviamente sólo podemos volar en vuelos operados por las compañías que forman la alianza, pero en muchos casos es más que suficiente. El boleto incluye los vuelos intercontinentales, es decir, más cuatro vuelos internos por continente. Deberemos tener claros los destinos y fechas antes de realizar la reservación, ya que los boletos se emiten con destino y fecha de vuelo. De todos modos, durante el viaje será posible realizar cambios. Muy recomendable.
Star Alliance. Este tipo de boletos es ofrecido por otra asociación de compañías y se basa en la distancia total recorrida, no el número de continentes. También es muy recomendable. El tipo de boleto a comprar dependerá no sólo del presupuesto, si no también de los destinos escogidos. Al tratarse de alianzas formadas por diferentes compañías, es posible que Star Alliance no vuele a Australia, puesto que Australia es cubierta por Qantas, que pertenece a OneWorld. Si por el contrario, queremos visitar las islas del pacífico sur, no hay ninguna compañía en OneWorld que vuele allí, por lo tanto será mejor Star Alliance.
Como podemos deducir, comprar un boleto de estas características no es una cosa sencilla. Por eso, en los países anglosajones existe la figura del consultor de viajes: tu le explicas a dónde quieres ir, y él busca la manera más eficiente de hacerlo.
Seguro médico
Es importante disponer de un buen seguro médico que nos asista en el caso de enfermarnos. Hay que mirar bien qué cubre y hasta cuánto. En este sentido puede ser muy práctico contratar un seguro de viaje (no sólo médico), que nos compensará en el caso de pérdidas de equipaje, asistencia sanitaria, robos y demás altercados que podrían sucedernos.
Hay que tener en cuenta que la prima de muchas compañías de seguros puede variar según los países visitados. Normalmente, si el seguro debe cubrir destinos como Estados Unidos o Canadá, donde la asistencia sanitaria es carísima, la póliza será más cara. Un buen sitio donde empezar a consultar es la web de WorldNomads, una compañía australiana pero que da cobertura en todo el mundo, a unos precios de lo más razonable del mercado.
Costo del viaje
Respecto del costo del viaje, éste dependerá mucho del tipo de viaje que estemos planeando. No es lo mismo dar una vuelta al mundo viajando siempre en avión y alojándonos en hoteles de cinco estrellas, que ir con la mochila en la espalda durmiendo debajo de cualquier portal. Entre estos dos extremos hay un sinfín de posibilidades en las cuales nos situamos.
Transporte
El transporte se llevará un buen pellizco de nuestro bolsillo. En casi todos los sitios del mundo el modo más económico de viajar, y a veces el único, es el autobús. En una vuelta al mundo es imposible no tener que viajar nunca en autobús.
En función del destino pueden ser comodísimosPuede ser muy práctico contratar un seguro de viaje, que nos compensará en el caso de pérdidas de equipaje, asistencia sanitaria, robos y demás altercados que podrían sucedernos mientras que en otros pueden ser una tortura. Tendremos que adaptarnos a lo que haya. Si el nivel de seguridad del país nos lo permite, viaja preferentemente de noche, para disponer del día para las actividades preferidas. Pregunta primero.
El tren: Si el país en cuestión dispone de una buena comunicación por rieles, viajar en tren suele ser más cómodo que viajar en autobús. Podremos levantarnos más a menudo y caminar por los pasillos e incluso. Acostumbra a costar más o menos lo mismo que viajar en autobús.
El avión: Es la manera más rápida de llegar a un lugar, obviamente si el origen y el destino disponen de aeropuerto. En algunos lugares de Europa, puede ser una manera práctica de viajar, y en ocasiones mucho más barata que en autobús o tren.
Cómo mantenernos seguros
-En lugares multitudinarios, y típicamente turísticos extrema la precaución, como en terminales de autobús y de tren. Una vez dentro de los aeropuertos, suelen ser muy seguros.
-Evita las manifestaciones o tumultos peligrosos.
-No pasees por la noche en ciudades de mala reputación o en barrios conflictivos: pregunta a la gente de tu hotel si es seguro salir cuando se hace oscuro.
-En la ciudad lleva encima lo mínimo imprescindible
-Procura no desplazarte por la ciudad con una mochila en la espalda: será como llevar un cartel en la frente que diga "Soy turista".
-Uno de los momentos de mayor estrés es el movimiento en una ciudad con todo el equipaje a cuestas (cuando llegamos, cuando buscamos alojamiento). Procura minimizarlo.
-Si te abordan no pongas ni la más mínima resistencia.
Foto: Roberto Urso