La alegría es una expresión que permite manifestar la gran emoción positiva, que se presenta por diversos motivos. Las circunstancias de la vida no son ni positivas ni negativas, son neutras y somos nosotros quienes le ponemos el signo con nuestra actitud y nuestras acciones. Por muy callada que estés, transmites un mensaje que llega a quienes te rodean.
Los avances médicos están reconociendo lo que las culturas antiguas ya planteaban sobre la importancia de una buena alimentación para tener un buen carácter y sobre las emociones para mantener la salud. Muchas enfermedades, inclusive mortales, están siendo producto de la falta de armonía que existe entre el yo interior y el cuerpo de las personas. Una de las razones que hace que el organismo se deprima y caiga enfermo es la tristeza.
Una condición de vida alegre puede tener un efecto totalmente contrario. La alegría, las risas, el buen humor y la ilusión por el día a día, fortalece la vida de las personas. Las mujeres somos muy emocionales y esto hace que seamos muy propensas a sentirnos tristes y desconsoladas. Somos apasionadas, pero a la vez nos enfadamos o desilusionamos muy rápido.
Si quieres que la alegría esté siempre presente te recomiendo:
- Aliméntate bien. Es la base para que nuestro organismo funcione adecuadamente. Si estás hambrienta o falta de ciertas sustancias nutritivas serás más propensa a los enfados. No dejes de comer cuando estés enojada porque eso resiente tu salud.
- Controla la ansiedad y la influencia de las preocupaciones.
- Práctica algún deporte o actividad al aire libre.
- Júntate con personas alegres, optimistas y que sean pacientes y tolerantes. Las cosas buenas también se contagian. Además, te ayudarán a ver las dificultades de la vida con optimismo.
- Evita consumir alcohol o drogas que puedan dañar tu organismo causando depresiones o alteraciones nerviosas.
- Salte de la rutina de vez en cuando. Toma unos minutos para ti, cada vez que puedas. Envía mensajes positivos a tu cerebro.
- Hazte periódicamente chequeos médicos para que puedas estar segura de que todo va bien y no alimentes temores sobre la enfermedad, la muerte o el sufrimiento.
La alegría no es solamente la risa, es también la actitud frente a la vida y a los problemas. La alegría penetra los corazones enemigos y les hace sentir esperanza y compasión. Tú puedes hacer que sea un espacio aislado o que sea tu forma de vivir tu existencia.