Todas las personas soñamos a diario, en ocasiones referente a nuestra vida cotidiana, las cosas que más deseamos o las que más nos aterran y en otras con cosas que parecieran ser incoherentes, o incluso repetitivos, ya sea con más o menos intensidad.
Cuando los sueños son más intensos solemos recordarlos durante todo el día o por años. Hay personas que a menudo despiertan con la sensación de haber soñado pero sin lograr recordarlo y para algunas termina siendo normal el jamás recordar las historias de su inconsciente.
Existen miles de maneras de interpretar los sueños, hasta aquellos donde nos encontramos con formas o seres utópicos y paisajes inimaginables con situaciones maravillosas y a la vez completamente extrañas y ajenas a la realidad.
En múltiples ocasiones llegamos a tener sueños que parecen tan palpables y reales, que al despertar pierden todo sentido y se transforman en circunstancias sumamente retorcidas, o aquellos tan difusos que si no los escribimos al desertar simplemente se van con el aire.
Sigmund Freud fue y es un pilar del psicoanálisis por todos los estudios que realizo acerca del tema logrando aclarar de alguna manera como es que funciona el inconsciente plasmándose en los sueños.
Se explica que la causa de olvidar los sueños se debe a la carga emocional que este tenga así como el nivel de intensidad. Otros psicoanalistas afirman que con frecuencia las partes que recordamos del sueño son las menos intensas o con menor significado.
El ser humano suele recordar con mayor facilidad lo que esta ordenado ya que lo hace más coherente en comparación a lo enredado y sin armonía. Es tan simple como cuando estudiamos algún tema y acostumbramos a relacionar ciertas palabras con lo subjetivo para que el recordar sea más fácil. Es similar a los sueños ya que mayormente carecen de sentido y lógica.
Se dice que con un poco de entrenamiento mental, podríamos lograr conservar en la memoria por más tiempo los sueños. Como bien decía Sigmund Freud “El hecho de que la mayoría de la gente tiene escaso interés en sus sueños, los lleva a olvidarlos con mucha facilidad. Cualquiera que dedique un poco de tiempo a la investigación de sus sueños y ponga interés en ellos, soñará habitualmente más tiempo que otros y recordará sus sueños más fácilmente y más frecuentemente.”
Así que tú decides si quieres conservar tus sueños o no; otra buena práctica sería anotarlos cada vez que despiertes, de esta manera ejercitas tu mente y vas creando un banco de sueños, que con seguridad será bastante interesante para un futuro.
