La ira es un sentimiento natural en el ser humano, el cual es provocado por la acumulación de enojo y no saber cómo canalizarlo. Básicamente se trata de una emoción que nos hace perder los estribos y la razón, lo cual nos ha llegado a pasar a todos alguna vez pero es de vital importancia aprender a tener control sobre ella.
Cada persona es diferente y tiene su talón de Aquiles, como el ruido, mucha gente o el no poder conseguir las cosas como lo esperabas, llevándote a un estado de rabia que en ocasiones te hace actuar contra personas injustamente, por ello mismo debemos trabajar en la tolerancia para no caer en actitudes como esta.
Para identificar si estas bajo el control de la ira, debes percatarte si tu respiración se acelera, tu cuerpo se tensa, tu temperatura se eleva y sientes un impulso y ansiedad incontrolable de agredir a personas que incluso aprecias. Hay personas que se guardan ese sentimiento y reaccionan con un fuerte dolor de cabeza o estomago, incluso pueden explotar en llanto sin encontrar otra escapatoria para desahogarse.
Existen ciertos puntos que pueden ayudar a relajarte:
- Aceptar tu estado de ánimo
- Analizar el motivo real de tu enojo
- Buscar la mejor solución
- Desahogarte con una persona de tu entera confianza
- Escuchar los consejos
- Canalizar poco a poco ese sentimiento (puedes recibir o dar un abrazo, toma una pequeña caminata o escucha música)
