Los lunares son marcas que nos distinguen nos dan personalidad, algunos son atractivos y lindos, sin embargo hay que vigilarlos porque también se enferman y pueden dan lugar a formas más peligrosas del cáncer de piel.
Es importante considerar cuantos tenemos, como son, que tanto los exponemos, si vivimos en un clima caluroso, cuantas veces nos bronceamos en exceso y cuantas veces vamos a la cama solar. Algunos de estos descuidos aumentan la posibilidad de contraer cáncer de piel, por eso más vale prevenir que curar, todos nos conocemos a la perfección nuestras marcas, así que será sencillo ubicar algo extraño.
Aquí te daremos algunas características que pueden detonar algún cambio negativo.
•Color: Los lunares sanos tienen un color uniforme, pero los malignos tienen diferentes tonalidades, por eso es bueno checarlos y si observas algún cambio de tono puede ser uno de ellos.
•Asimetría: Nuestros lunares sanos siempre tendrán el mismo tamaño y mismas características pero si cambia la forma, tamaño, grosor hay que checarlo.
•Bordes irregulares: los lunares malignos son ásperos, con relieves y poco definidos.
•Tamaño: si miden más de 6mm son malignos.
Sin embargo, hay lunares que tiene algunas de estas características y no precisamente pueden ser malignos, simplemente necesitan una revisión médica.
Es por ello que te recomendamos que te realices un chequeo con un dermatólogo cada 6 meses, de esta manera podrás detectar a tiempo alguna anomalía y poder tratarla antes de que sea muy tarde y doloroso.
Si vives en el DF o Edo. de México y crees que tienes alguna de estas características puedes consulta nuestro Directorio SuperMujer, consultar a un especialista y que te de mayor orientación.