Los tatuajes y los piercings siguen vigentes. El número de personas que se deciden a decorar su piel con uno de estos complementos sigue constante.
Se calcula que el 8% de los mayores de 14 años lleva un piercing en alguna zona de su cuerpo. Y aunque no existen datos respecto a los tatuajes, seguramente el número es mayor. ¿Significa esto que somos esclavos de la moda? Pues aunque haya algunos casos de este tipo, lo cierto es que más bien buscamos lo contrario: diferenciarnos de los demás, buscando la individualidad a través de un símbolo que hacemos nuestro.
Hace años, había que quitarse el piercing y tratar de ocultar el tatuaje para acudir a una entrevista de trabajo. Para muchas personas el hecho de tener una perforación o un imagen en el cuerpo es signo de mal viviente. Incluso, actualmente en algunos (ya muy pocos) puestos de trabajo siguen con esta idea.Pero, ya no es un impedimento.
Hoy es más común ver los tatuajes y piercing como un adorno o símbolo de identidad, es como un modo de diferenciación personal. Cada quien da un significado a su piel marcada con color.
Ahora bien, una vez que se decide a hacerse una perforación o tatuaje es importante ser responsable y evaluar todas las ventajas y desventajas a la hora de hacerlo, sin olvidar las posibles consecuencias.