Pareja

Sólo sé que lo amo con todo mi corazón

Escrito por: Alma Delia Carrillo

Sé que estas líneas parecerán mas un relato amoroso, que una experiencia de vida, para mi la más fuerte, quizás porque me he permitido vivirla a su máximo esplendor y al límite de mis 40 años, y después de haber superado obstáculos muy difíciles en mi vida, porque realmente creo, pienso y siento que haber superado el cáncer por tres veces, tengo el derecho a permitirme vivir ¡como yo quiera!

Hoy no podría estar sentida, molesta, ni decepcionada por el proceder del hombre que me ha hecho encontrarme como mujer.
El trajo a mi vida cosas maravillosas en todos los sentidos, pero lo principal; me hizo sentir amada, deseada, única y con toda la seguridad que una mujer desea tener de ella misma sin rodeos, sin mentiras, sin miedos.
Aunque nuestra relación se dio siendo yo la otra, jamás me importó, porque encontrarme con él después de 24 años de no verlo; haber sido el mi amor platónico y haber permanecido enamorada por mucho tiempo de él, creen que podía dejar pasar la oportunidad de disfrutar eso que la vida me ponía en el camino, jamás dudé, jamás esperé nada, siempre respeté su relación, sus hijos, incluso a ella misma, me era terrible poder saludarla porque yo sabía de mi falta de honestidad, misma que compensaba evitándole problemas.
De un año y medio de sólo verlo ocasionalmente, sin mensajes, ni llamadas, ni exigencias, sólo soñando, esperando poder cumplir el dormir una noche siquiera a su lado, hasta que sucedió, sin buscarlo, sin provocarlo y fue una noche mágica para mi, sólo esa noche bastó para darme cuenta que efectivamente lo amaba y que me era ya inevitable sentir lo que está viviendo. Ese fue el inicio de lo más bello para mi, porque admiraba, respetaba y amaba a ese hombre maravilloso que la vida me había puesto en el camino, no me importó dejar las riendas de la relación es sus manos, que el decidiera llamadas, encuentros, todo.
Fue el inicio de un año maravilloso, experiencias jamás imaginadas, un sexo que desbordada pasión en la entrega mutua al grado de lograr una verdadera conexión y lágrimas de felicidad de ambos.
Se separó de su esposa sin yo saberlo, me lo dijo a los 3 meses de estar separado de ella, y aunque el hecho me dio gusto; el mismo amor por él me hizo sentir remordimiento por sus hijos, incluso por ella misma, porqueLo sigo amando con cada uno de los pedacitos de mi corazón, y que le pido a Dios me lo cuide y lo ayude a encontrarse a él mismo sabía que eso a él le dolía por el amor que les profesa a sus hijos, comprendí ahí que no era por mi esa separación, que simplemente fue quizá el detonante para ello, y lo comprendí porque él en ningún momento pensó en hacer vida conmigo.
Dentro de todas esas experiencias se dieron grandes momentos de convivencias con mis amigas, con mi familia, si duda para mi, el hombre perfecto, alguien que me hacía soñar en una relación para toda la vida, aun sin promesa alguna de su parte.
Poder estar con él en su cumpleaños y que pudiéramos festejarlo juntos fue un sueño para mi, y qué decir del mio, indudablemente el mejor cumpleaños de mi vida sí, me llevó de viaje, un viaje que parecía mas nuestra luna de miel que un viaje de cumpleaños.
Que pasó no lo sé, no sé qué pasó porque aun no encuentro la respuesta, y ya no quiero buscarla, fue tan rápido (una semana) cuando en una platica simple, vacía de cariño, de entrega, presintiendo el final, me atreví a cuestionar qué pasaba y acabamos terminando nuestra relación; algo para mi doloroso pero que sin explicarme trato de entenderlo. Él tiene cosas inconclusas y es válido que tenga sus dudas, no puedo ni quiero llenarme de coraje o de resentimiento por ese proceder que aunque no comprenda lo acepté, y digo no comprenderlo porque a la mañana siguiente de terminar, me llama para decirme que me ama, que se emociona al oírme, que siente esas maripositas en el estómago, y eso me hace más infeliz que su partida porque cuestiono esa ruptura que él mismo propició y yo determiné.
Quizás parezca una tonta, una estúpida romántica, pero créanme que creo en el amor, creo en el envejecer a lado del ser que amas, creo que el amor te da alas para volar, y se puede disfrutar, del erotismo, de la pasión, de la espontaneidad en la pareja, que se puede ser amigos, amantes cómplice. Sólo que hoy veo y entiendo que él tiene que vivir su separación, sentirse libre, descubrir qué es lo que quiere. No sé que pase, sólo sé que lo amo, que a mis 40 años estoy amando como nunca, que hoy sólo puedo decirle a él: “¡Gracias!” Sí ¡Gracias! Por hacerme sentir el amor, un amor que he sentido sin necesidad de controlar, sino con la confianza y seguridad que toda mujer desea en una relación, y aunque hoy tenga mi corazón hecho pedazos, lo sigo amando con cada uno de los pedacitos de mi corazón, y que le pido a Dios me lo cuide y lo ayude a encontrarse a él mismo, y que si no soy yo la mujer que el quiere para vivir el resto de su vida, le ponga en su camino una que lo pueda comprender y amar porque el es un hombre maravilloso.

Escrito por: Alma Delia Carrillo

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